Altos cargos israelíes han incitado a soldados y policías a "disparar a matar" a los palestinos sospechosos de haber atacado a israelíes, incluso en los casos en los que ya no suponen una amenaza para la seguridad, según ha denunciado Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado el lunes.
La organización de defensa de los derechos humanos ha documentado numerosas declaraciones de ministros y políticos, incluido el titular de Defensa Avigdor Lieberman, en las que "han instado a las fuerzas de seguridad a disparar a matar ilegalmente" desde que comenzó la oleada de ataques palestinos a israelíes, en octubre de 2015.
Además, según el informe, son numerosos los llamamientos a cometer este tipo de asesinatos extrajudiciales, mientras que otros altos cargos han evitado condenar los llamamientos al uso excesivo de la fuerza. "El Gobierno israelí debería publicar directivas claras para usar la fuerza de acuerdo a la ley internacional", denuncia HRW.
Los casos documentados por HRW
Según datos de la ONG, desde octubre de 2015, las fuerzas israelíes han disparado y matado a más de 150 palestinos jóvenes y adultos sospechosos de haber intentado apuñalar, atropellar o disparar a ciudadanos israelíes. En el mismo periodo, los atacantes palestinos han matado a 33 israelíes.
A cualquiera que apuñale a judíos o dañe a gente inocente hay que matarlo
Entre varios ejemplos, el estudio recoge las declaraciones del comandante de distrito de la Policía de Jerusalén Moshe Edri después de que la policía israelí abatiese a un joven palestino, de 16 años, sospechoso de herir con un puñal a dos transeúntes israelíes en Jerusalén Oeste: "La policía esta haciendo su trabajo y actúa rápidamente. En menos de un minuto y medio el atacante ya estaba muerto. A cualquiera que apuñale a judíos o dañe a gente inocente hay que matarlo".
También en una entrevista radiofónica, en octubre de 2015, el ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, apoyó las declaraciones de un político de la oposición que había asegurado que "si un terrorista tiene un cuchillo o un destornillador en su mano, deberías dispararle para matarlo sin pensártelo dos veces".
"Hay instrucciones claras a la policía israelí. Tan pronto como un agente de la policía sienta que hay peligro para él o para cualquier ciudadano, debe disparar según las normas. Está claro. No queremos poner en peligro a ningún ciudadano o agente. Y también, todo atacante que quiera infligir daño debería saber que probablemente no sobrevivirá al ataque", aseguró Erdan en la entrevista.
Sin embargo, algunos altos cargos han criticado esta política. El jefe del Estado Mayor israelí, Gadi Eikenkot, señaló a un grupo de estudiantes durante una charla, celebrada en febrero de 2016, que "un soldado solo puede quitar el seguro de su arma si hay una amenaza para él o sus compañeros soldados". "No quiero un soldado que vacía su cargador contra una niña con tijeras", añadió.
Sus polémicas declaraciones fueron muy criticadas por los sectores más derechistas de la sociedad israelí. Justo un día después, dos jóvenes palestinos, de 14 años, fueron detenidos tras atacar y matar con un cuchillo a un soldado israelí y herir a otro ciudadano.
El ministro de Transportes, Israel Katz, publicó el siguiente mensaje en Facebook: "Los atacantes fueron capturados y permanecen con vida. Espero que las declaraciones del jefe del Estado Mayor, a quien aprecio y elogio, en contra de disparar automáticamente a los menores, no se malinterpreten, provocando dudas y poniendo en riesgo vidas. Porque algunas veces el mensaje es más grande que las palabras. Las restricciones y las normas están claras, pero no podemos permitir que los atacantes sigan con vida, arriesgando la vida de los judíos".
También el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, defendió la estrategia de "disparar a matar" cuando era disputado en el Knesset, en octubre de 2015, con un mensaje en Facebook animando a Israel a adoptar una política en la que "ningún atacante, hombre o mujer, debería salir vivo de un ataque".
Violación de la legislación internacional y las normas israelíes
HRW recuerda que la legislación internacional de derechos humanos limita el uso de la fuerza letal "a circunstancias en las que es estrictamente necesario para proteger la vida y en las que ninguna otra opción es viable". Además, la propia ley israelí solo permite disparar al torso o cabeza cuando sea necesario impedir un riesgo a la vida o heridas graves.
Así, según el informe de la organización, "los llamamientos de los oficiales y la conducta aparente de algunos soldados y policías" es una clara desviación tanto de los estándares internacionales como de las normas israelíes.
La ONG también ha mostrado su preocupación por una encuesta del Instituto para la Democracia de Israel, publicada en agosto de 2016, que revela que el 47 por ciento de los judíos israelíes apoyan que "cualquier palestino que lleva a cabo un atentado terrorista contra judíos debería ser matado en el acto, incluso si es capturado y claramente no supone una amenaza".