Un ciudadano austriaco acusó a un joven sirio de ser un terrorista, lo que llevó a la detención del árabe por las fuerzas especiales del país centroeuropeo. El motivo de la denuncia, que posteriormente se evidenció falsa, fueron los celos, informa el diario austriaco 'Heute'.
El sexagenario denunciante envió en noviembre pasado un correo electrónico anónimo al Ministerio del Interior austriaco alertando que el hombre, de 29 años, era un "comandante" de la organización terrorista Estado Islámico y que preparaba un atentado en Innsbruck, en el oeste del país.
El joven sirio fue detenido inmediatamente durante la operación Cobra de las fuerzas especiales en Innsbruck. Fue liberado 24 horas más tarde, cuando su informante admitió que inventó los cargos para evitar que el hombre acompañara a su esposa durante un evento local.
A finales de diciembre el denunciante fue detenido en Rumania. Las autoridades austriacas han presentado una solicitud de extradición. Ahora el celoso sexagenario puede ser condenado a cinco años de prisión por falsa denuncia.