"Yo sólo quiero morir": el hombre más viejo del mundo, tras cumplir 146 años
Todo parece indicar que este hombre, llamado Sodimejo según su documento de identidad, pero conocido por todos como 'Mbah Gotho' ha cumplido 146 años el pasado dia 31 de diciembre. Él mismo asegura ser el hombre más viejo del mundo, y tiene en su poder documentos legales en los que consta su nacimiento en Indonesia el 31 de diciembre de 1870.
Aunque las autoridades locales creen que los documentos que porta Mbah Gotho son verdaderos, no es posible confirmar plenamente la fecha de nacimiento auténtica, porque Indonesia sólo comenzó a llevar registros oficiales de nacimientos a partir de 1900. Por eso su nombre no figura en el libro de los récords Guinness, en el que figura como hombre más viejo del mundo un israelí llamado Israel Kristal, superviviente de Auschwitz, que nació en 1903, y tiene ahora 112 años.
"Yo sólo quiero morir", confiesa el anciano Indonesio en declaraciones recogidas por 'El Periódico', a través de Agencia Efe. Lo cierto es que la extrema vejez ha sometido al cuerpo de Sodimejo a muchas dificultades. Dice que desde hace 3 meses apenas puede moverse, y su única distracción es escuchar la radio; su vista está ya demasiado deteriorada como para poder ver la televisión.
Tras casi un siglo y medio de vida, Sodimejo ha vivido muchas cosas, quizá demasiadas: nació al año siguiente de la inauguración del canal de Suez, cuando aún existían las Indias Orientales Holandesas, vivió el despertar nacional, la Segunda Guerra Mundial, la Independencia (1945), la era Sukarno (1945-65), el régimen de Suharto (1967-98) y la nueva etapa democrática de su país. Su historia personal ha sido aún más accidentada: ha sufrido el fallecimiento de cuatro esposas , diez hermanos y todos sus hijos.
Cuando se le pregunta por el secreto de la longevidad, da una respuesta muy sencilla: "es simplemente paciencia". Y con esa paciencia espera la muerte. Desde 1992 tiene su tumba preparada. En aquel año, si sus documentos no mienten, tenía 122 años, así que parecía lógico ir preparándola, por si acaso. 24 años después, aún sigue vivo.