¿Agenda fracasada? El fardo de la oposición venezolana en la Asamblea Nacional

Como cada 5 de enero, la Asamblea Nacional cambió este jueves de directiva. La mayoría opositora le cedió el testigo a Julio Borges para presidir el Parlamento.

Borges, del partido Primero Justicia (PJ), asumió el cargo con la promesa de reactivar el supuesto "juicio político" -una figura que no existe en la Constitución- para declarar el "abandono del cargo" del presidente en funciones Nicolás Maduro y convocar a nuevas elecciones.

"Con esta decisión, la Asamblea Nacional abre las puertas para que en Venezuela haya elecciones a todos los niveles, incluso que podamos reelegir una nueva asamblea nacional si fuera el caso", dijo Borges desde el Hemiciclo de sesiones, en Caracas.

Juramentación en vilo: ¿Por qué el Parlamento venezolano podría quedar sin directiva?

Igual que su antecesor, Henry Ramos Allup, Borges puso como prioridad la salida del mandatario nacional, sólo que esta vez también llamó a las Fuerzas Armadas a sublevarse en contra del Jefe de Estado: "¿Quieren ser los herederos dignos del Ejército del Libertador Simón Bolívar o ser recordados como los guardianes del presidente Nicolás Maduro?"

A la salida de la sesión de instalación, el legislador socialista Héctor Rodríguez calificó de "agresivo e inconstitucional" el discurso de Borges y aseguró que el nuevo presidente de la AN hablaba con el tono "de candidato presidencial y no de diputado que quiere ayudar al país".  

"Los problemas de Venezuela no se resuelven peleando, se resuelven trabajando, se resuelven dialogando y en esa dirección nosotros extendimos nuestra mano y fue abofeteada, fue agresivamente respondida con un discurso agresivo", sostuvo Rodríguez citado por El Universal.

Aunque la noche del miércoles el Presidente Maduro manifestó su esperanza de que Borges diera un viraje al cáustico verbo de Ramos Allup, las expectativas se cayeron. La nueva cabeza del Parlamento tampoco hizo alusión a la asistencia de la oposición a la Mesa de Diálogo con el gobierno, que tiene prevista una nueva reunión el próximo 13 de enero.

Pero momentos antes del cambio de mando, fue el diputado socialista Víctor Clark quien puso el dedo en la llaga: "Si vamos a hablar de fracasos, hablemos de su agenda legislativa. Usted prometió salir del presidente (Maduro) en seis meses y ya pasó un año", le dijo a Ramos Allup.

El saliente presidente de la AN deja su cargo sin cumplir la promesa esgrimida por la oposición el 5 de enero del año pasado y con un historial de 36 sesiones suspendidas por falta de quórum, a pesar de que la derecha tiene mayoría.

El fracaso del revocatorio, de las maniobras parlamentarias y de las movilizaciones de calle para presionar una salida del chavismo es el legado que Borges, ahora, tendrá que remontar, justo cuando la oposición atraviesa una crisis interna que ha llevado a sus dirigentes a pedir una reestructuración a fondo.

Por eso, el colofón del discurso de Borges: "Esta Asamblea saldrá a las calles para plantearle al pueblo y con el pueblo, las alternativas que tiene el país". Y tendrá 365 días para demostrarlo.