Los rebeldes sirios pretenden doblegar a Damasco privándola de agua potable

Los grupos armados de la oposición atacaron una de las principales fuentes del líquido vital que abastece a más de 5 millones de personas.

La situación para millones de personas en la capital de Siria, Damasco, y sus alrededores se torna cada vez más complicada debido a la falta de agua potable, un recurso indispensable que ha sido cortado por los rebeldes hace casi dos semanas.

Según la institución siria de Agua Potable y Residuales, los terroristas que acechan la región de Ein al-Fijef, a unos 15 kilómetros al noroeste de la capital, atacaron el pasado 22 de diciembre una represa que abastece el líquido vital a más de 5 millones de habitantes. "Luchan en nuestra contra usando como arma el agua potable destinada para nosotros y nuestros hijos", reprochan los residentes de Damasco.

El equipo humanitario de la ONU expresó preocupación por la salud e higiene de los ciudadanos, advirtiendo sobre la posibilidad de brotes epidémicos, sobre todo en niños. La organización puso en funcionamiento varios pozos en la ciudad y sus alrededores para intentar cubrir las necesidades básicas, principalmente de la población más vulnerable. Además, las autoridades sirias llevan adelante un plan de emergencia y utilizan camiones para distribuir agua en escuelas, hospitales y algunos barrios.

Naciones Unidas, a través de un comunicado, señaló que el suministro fue atacado deliberadamente y reiteró su petición a todas las partes del conflicto en Siria para que alcancen acuerdos que permitan aliviar el sufrimiento de los civiles, así como proteger los servicios esenciales ante posibles ataques.