VIDEO: Rusia prueba con éxito su primer cañón de riel
Científicos rusos del Instituto de Altas Temperaturas –adjunto a la Academia de Ciencias del país– en su sede de la ciudad de Shatura, cerca de Moscú, ha completado una nueva exitosa fase de pruebas del primer cañón electromagnético ruso, un dispositivo que no requiere pólvora ni propelentes.
El cañón de riel constituye un acelerador electromagnético que acelera un proyectil conductor de electricidad entre dos guías (rieles) de metal usando la llamada 'fuerza de Lorentz'. El campo electromagnético generado entre estas dos guías confiere al proyectil una velocidad inédita. Por ejemplo, durante las pruebas en Shatura, este llegó a los 3 km/s. O lo que es lo mismo, casi 11.000 kilómetros por hora. Aproximadamente la mitad de la que requieren los cohetes para superar la fuerza de la gravedad terrestre.
Según los expertos del Instituto de Altas Temperaturas, esta velocidad es lo suficientemente alta para destruir cualquier tipo de coraza existente en la actualidad. Durante las pruebas, un cilindro de plástico de 15 gramos disparado por el cañón de riel perforó una placa de aluminio de varios centímetros de espesor, informa la cadena rusa Zvezdá.
Al desplazarse a tan alta velocidad, el proyectil acumula una enorme energía que se convierte en calor al colisionar con un obstáculo. En esencia se trata de una explosión parecida a la de los meteoros que entran en la atmósfera terrestre a velocidades cósmicas.
Mientras algunos Estados ya están apostando por el cañón de riel como arma futurista, Rusia estudia otras aplicaciones como la del transporte de cargas a la Estación Espacial Internacional.
Desarrollos similares en otros países
Desde la segunda mitad del siglo XX varios Estados han venido desarrollando un nuevo tipo de arma de cañón de riel electromagnético multifuncional capaz de detectar, seguir e interceptar misiles balísticos, así como destruir otros objetivos aéreos y buques de guerra.
La Marina de EE.UU. se ha adelantado al desarrollar un poderoso cañón de riel electromagnético que dispara proyectiles de 11 kilogramos de peso a velocidades de más de 9.100 km/h los cuales son capaces de cubrir distancias de unos 400 kilómetros y de atravesar hasta siete placas de acero.
El problema de este diseño estadounidense, al igual que en el caso de otros proyectos, es que requiere una enorme cantidad de energía para funcionar: más de 25 megavatios para cada disparo. Otro problema es que cuanto mayor sea la distancia al objetivo más débil será el impacto, puesto que el proyectil pierde su energía cinética debido a la resistencia del aire.