Ubicado en la región boliviana de Oruro, a 3.700 metros sobre el nivel del mar, el lago Poopó desapareció en 2015. El que fuera el segundo lago más grande de Bolivia, solo superado por el Titicaca, se ha convertido en un enorme salar, producto de la contaminación minera y del cambio climático.
Sin embrago, gracias a las últimas intensas lluvias que cayeron en la región orureña, el lago comenzó a nutrirse de agua, según el periódico 'Cambio'.
El ministro de Defensa del país, Reymi Ferreira, sobrevoló la zona en helicóptero y publicó en su cuenta de Facebook una imagen donde se observa una extensa área que antes parecía desértica, llena de agua nuevamente. En otra imagen se ven humedales que rodean el lago.
"Sobrevolamos el lago Uru Uru y el lago Poopó, en ambos lagos el nivel del agua ha subido en un estimado de un 70 % [...] no sabemos si seguirá aumentando su nivel, pero debemos decir que por el momento es altamente satisfactorio", afirmó el ministro en una entrevista, y agregó que la gobernación de Oruro tendrá que realizar un estudio de repoblamiento del agua y aplicar las medidas de protección y conservación del lago.