El papa condena el caso de una mujer que abortó para mantener su figura

"Valores como la belleza física y la salud, cuando se convierten en ídolos por los que se debe sacrificar todo, se convierten en realidades que confunden la mente y el corazón", afirmó este miércoles el papa Francisco en una de sus habituales audiencias.

A esa lista sumó "las riquezas –y este es un gran ídolo–, el poder y el éxito". Todo eso es producto de "las ideologías con sus pretensiones de absoluto", explicó el pontífice.

En ese sentido, Francisco recordó un caso que le "dolió en el alma", el de"una mujer, una buena mujer, muy bella", que "se vanagloriaba de su belleza". Esta le confesó: "He debido abortar porque mi figura es muy importante". "Estos son los ídolos, y te llevan por el camino equivocado y no te dan la felicidad", sentenció Francisco.

Adivinos y echadores de cartas

Durante su alocución, el líder de la Iglesia católica señaló que a menudo "pensamos encontrar consuelo en la seguridad que da el dinero, en las alianzas con los potentes, en la mundanidad, en las falsas ideologías".El papa insistió en que frecuentemente buscamos "un Dios que pueda plegarse a nuestras exigencias y mágicamente intervenir para cambiar la realidad y hacerla como nosotros la queremos". Sin embargo, a juicio del papa, este no es más que "un ídolo que en cuanto tal no puede hacer nada, es impotente y engañoso".

Para explicarse mejor el máximo repreentante de la Iglesia puso otro ejemplo de sus tiempos como arzobispo de Buenos Aires. Un día debió ir de una iglesia a otra cruzando un parque, recordó. "Había mesas pequeñas, había muchas, donde estaban sentados los videntes". La gente "hacía cola" y cuando llegaba su turno le daban la mano a uno de estos adivinadores del futuro" y "este comenzaba a mirarla". "El discurso es siempre el mismo: 'Hay una mujer en tu vida, hay una sombra que llega... pero al final todo irá bien'", relató. La gente pagaba y se iba contenta, prosiguió. "Esto te da seguridad. Es la seguridad, permítanme la palabra, de una estupidez", criticó Francisco.

"Te hacen pagar para que te den una falsa esperanza. Esto es el ídolo", enfatizó. "Compramos falsas esperanzas. Y aquello que es la esperanza de la gratuidad, aquella que nos ha traído Jesucristo, gratuitamente, ha dado su vida por nosotros, en aquella no confiamos tanto", concluyó el papa.