La estrella de Tabby o KIC 8462852 ha intrigado a la comunidad científica desde septiembre de 2015, cuando se publicó un estudio sobre las inusuales fluctuaciones en su luminosidad. Con varias hipótesis se trató de explicar ese brillo atípico pero la versión más extravagante, propuesta por algunos entusiastas, fue que se trataba de una 'megaestructura alienígena' que rodeaba el astro y que bloqueaba una parte de la luz.
Ahora un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia y la Universidad de California en Berkeley sugiere que en realidad estos extraños patrones de luz podrían deberse a que la estrella Tabby habría engullido a uno de sus planetas. Según explica Quartz, eso puede ocurrir, por ejemplo, en el caso de una colisión con un cuerpo espacial grande.
Los científicos argumentan que cuando una estrella se 'traga' algo tan grande como un planeta, su brillo aumenta por un periodo de entre 200 años y 10.000 años mientras lo quema, pero luego vuelve a disminuir. Por lo tanto, la caída del 14% en su brillo durante 100 años ―entre 1890 y 1989― se explicaría con el hecho de que estamos observando a la estrella de Tabby precisamente durante el periodo en que su luminosidad vuelve a sus niveles habituales.
Asimismo, el estudio explica que el planeta 'devorado' podría haber dejado grandes restos en el espacio, que al pasar por delante de la estrella bloquearían parte de su luz.