El estafador que engañó a millones de rusos en los 90 reaparece en África, Asia y América Latina
Sergéi Mavrodi, empresario y financiero ruso que en los años 90 ideó el esquema de pirámide financiera МММ que causó pérdidas a millones de ahorristas en Rusia, sigue desarrollando sus actividades, esta vez a escala mundial.
La nueva etapa del MMM, denominada Mavrodi Mondial Moneybox, rebasó las fronteras rusas en 2011 y ahora está presente ante todo en Nigeria, con más de dos millones de participantes. Aunque las transacciones fueron congeladas en diciembre de 2016, a principios de enero de 2017 el proyecto volvió a funcionar, informa Quartz. Y aunque las autoridades locales advierten a la gente que no participe en esta 'estafa Ponzi', no logran disuadir a la población, que se ve seducida por las condiciones de este programa financiero.
Además de estar presente en países africanos como Nigeria, Sudáfrica, Kenia, Uganda, Zimbabwe y Ghana, el proyecto ha sido lanzado en casi dos decenas de países, incluidos latinoamericanos como México y Colombia y también en la India y Malasia, escribe el portal Meduza.
¿Cuál es el mecanismo de MMM y por qué es peligroso?
El sitio web del proyecto, recalca que el MMM "no es un banco", "no es una compañía inversionista" y "no es un fondo", sino "una comunidad de las personas que cambian el mundo" y "se ayudan unos a otros" por medio de "donaciones" a otros participantes del sistema "para ayudar a personas que también está en dificultades como ellos".
Valiéndose del sistema de pagos Bitcoin, Mavrodi propone a los ahorristas intercambiar dinero a través de la circulación de recursos. El modelo funciona así: un participante invierte una suma de dinero y en 30 días recibe esta suma con el 30% de interés de otro participante que también ha invertido. Mavrodi siempre promete un 30% de interés, si bien advierte que existe el riesgo de perder el dinero invertido.
Los expertos destacan que este sistema puede colapsar en cualquier momento como ocurrió en 1994 en Rusia, originando en aquel momento las pérdidas de 2 a 15 millones de ahorristas rusos, según distintas estimaciones.