El salmón salvaje capturado en cualquier parte de la costa pacífica de América del Norte podría estar infectado con una larva japonesa, según nuevo estudio publicado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
Hasta ahora se creía que solo peces en regiones asiáticas podrían portar el parásito japonés Diphyllobothrium nihonkaiense, pero en este estudio se encontró la larva en la carne de un salmón rosado capturado en Alaska, EE.UU. Esto puede significar un serio problema de salud pues, según el instituto Alaska Seafood Marketing, aproximadamente el 90% del salmón del Pacífico comercialmente cosechado en EE.UU. proviene del estado de Alaska.
Sin embargo, el director del Programa de Seguridad Alimentaria y Saneamiento de Alaska, Kim Stryker, afirmó a Alaska Dispatch News que esta larva no presenta ninguna razón para la preocupación inmediata en materia de seguridad alimentaria más allá de aquella de comer pescado crudo en general.
"En realidad solo sería una preocupación si el producto se comiese crudo, y eso incluye el ceviche", explicó Stryker. "La gente piensa que está cocinado, pero no está lo suficientemente cocido como para matar a los parásitos", advirtió.
Las especies de salmón chum, masu, salmón rosado y salmón rojo han sido las principales causantes de más de 2.000 recientes casos de infecciones de esta larva japonesa en el noreste de Asia. Las larvas del género Diphyllobothrium pueden vivir años en el intestino humano, llegando a alcanzar hasta 10 metros de longitud y las infecciones prolongadas de este parásito pueden provocar diversos síntomas gastrointestinales y anemia.