¿Paz en peligro? Asesinato de otra líder social en Colombia pone en alerta al Estado
Los cadáveres de Emilsen Manyoma y su compañero Joe Javier Rodallega fueron hallados en una localidad del Departamento de Valle, en Colombia.
Manyoma tenía 31 años, era defensora de Derechos Humanos y pertenecía a la Red Conpaz, informó 'El Espectador'. Tanto ella como su pareja fueron heridos con arma blanca el fin de semana pasado; en el momento del hallazgo, sus cuerpos se encontraban en avanzado estado de descomposición.
Las razones del crimen aún no han sido esclarecidas por las autoridades, pero las organizaciones alertan que puede tratarse de un caso asesinato por razones políticas, en vista de la ola de homicidios contra líderes sociales registrado el año pasado, pese a que está en ciernes el cese del conflicto armado en Colombia.
En 2005, Manyoma denunció la existencia de grupos paramilitares y narcotráfico en la zona, y participó en la construcción del Espacio Humanitario Puente Nayero.
Emilsen Manyoma, nueva defensora de Derechos Humanos asesinada. https://t.co/COZUEGviyapic.twitter.com/zIWvZMrccg
— El Espectador (@elespectador) 17 de enero de 2017
No son sistemáticos
Tras la reacción de la opinión pública, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, declaró este miércoles que los homicidios a defensores de DDHH "no son sistemáticos".
"Hay asesinatos pero no son sistemáticos, si lo fueran sería el primero en aceptarlo", dijo Villegas, quien aseguró que no hay evidencia común que pueda sugerir que el homicidio a los activistas sociales estén vinculados al crimen organizado.
La semana pasada, la Defensoría del Pueblo confirmó que en lo que va de 2017 ya han sido asesinados tres líderes sociales, entre ellos, José Yimer Cartagena Úsuga, vicepresidente de la Asociación Campesina para el Desarrollo del Alto Sinú, reportó Caracol.
Precedente de agresión
A finales del año pasado, el gobierno colombiano creó una comisión especial para la investigación de 52 casos de defensores de DDHH asesinados, priorizados en departamentos como el de Antioquia.
"Hay circunstancias que nos permiten identificar que el agresor es una expresión de crimen organizado, que puede ser desde el Clan del Golfo o grupos de delincuencia organizada que están pretendiendo ganar espacios abandonados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)", dijo en ese entonces el viceministro de Defensa para las Políticas y Asuntos Internacionales, Aníbal Fernández de Soto, refiere El Tiempo.
Según varias ONG, durante el 2016 fueron asesinados entre 90 y 116 personas que tenían como denominador común su labor como defensores de DDHH y activistas sociales. El temor es que, mientras continúa la desmovilización de la guerrilla, otros actores armados emprendan acciones para impedir que se concrete el proceso de paz.