El programador ruso detenido la semana pasada en el aeropuerto de Barcelona está acusado de un presunto delito de fraude y estafa, según fuentes de la Guardia Civil consultadas por RT, que confirman además que el arresto se llevó a cabo en cumplimiento de una orden internacional de detención que había cursado EE.UU. a través de Interpol.
Stanislav Lísov fue detenido el pasado 13 de enero en el aeropuerto de Barcelona, a donde había acudido junto a su esposa para entregar un coche de alquiler antes de coger un avión con destino a Lyon (Francia)
"Fuimos detenidos en el aeropuerto de Barcelona, a donde fuimos a devolver un coche de alquiler antes de volar a Lyon, para continuar nuestro viaje y visitar a unos amigos. Cuando estábamos saliendo del coche, dos agentes de la policía se acercaron y nos enseñaron la placa, nos dijeron que iban a detener a mi marido", explicó Darya Lísova a RT.
El informático fue trasladado al centro penitenciario de Brians, en el municipio de Martorell, en Cataluña, y se encuentra ahora mismo a disposición de la Audiencia Nacional, según las mismas fuentes de la Guardia Civil.
Previamente, la embajada de Rusia en España confirmaba que Lísov había sido detenido. Los diplomáticos trabajan ahora para "proteger los intereses del ciudadano ruso y proporcionarle la necesaria asistencia consular", según informan en un comunicado. Mientras tanto, su familia ha contratado un abogado.
"Ya hemos tenido dos abogados. El primero no pudo hacer frente a las responsabilidades, así que contratamos un segundo. Ahora se está familiarizando con el caso", comentaba Lísova a RT, quien en ese momento, aseguraba, no sabía cuáles eran los cargos que había contra él y mostraba su temor ante una posible extradición de su marido a EE.UU.
Es un "secuestro"
También antes de conocerse que Lísov estaba acusado de fraude y estafa, el vicepresidente de la representación rusa del Comité Internacional de Derechos Humanos, Alexander Iónov, calificó su detención como "un secuestro". "Si España estaba preparándose para detener a nuestros ciudadanos en su territorio, entonces la parte rusa debería haber sido notificada previamente", explicó Ionov a RT.
Además, el representante de derechos humanos señaló que España y EE.UU. tienen "relaciones muy estrechas" en lo que respecta a la extradición de ciudadanos de terceros país y agregó que las autoridades han simplificado "las normas del derecho internacional en detrimento de los derechos Humanos".
Lísov trabaja como especialista en administración de sistemas y desarrollador de sitios web para una firma local en la ciudad rusa de Taganrog. Su detención se produce en un momento en el que el Gobierno de EE.UU. y sus servicios de inteligencia están acusando a Rusia de haber iniciado una campaña de ciberataques contra el Partido Demócrata para influir en las pasadas elecciones presidenciales.