Experimentos realizados por un grupo de físicos estadounidenses han demostrado que el cabello humano y el pelo de animal permite elaborar fibras artificiales con una resistencia a la rotura mucho mayor que la del Kevlar o el Mylar.
Científicos de la Universidad de California en San Diego determinaron que los pelos humanos son comparables en dureza al alambre de acero y a otras aleaciones, según informaron en un comunicado.
Los estudios de estos investigadores demostraron que el pelo es capaz de resistir una presión de hasta 270 megapascales, o 2.660 atmósferas. Esto podría inspirar la fabricación de materiales artificiales basados en las propiedades del pelo que se podrían utilizarse para la creación de chalecos antibalas y ropas protectoras superfirmes.
Además, doblados en una cuerda, pueden estirarse 1,5 veces manteniendo sus ventajas físicas y mecánicas, a diferencia de las cuerdas de metal o de otros materiales sintéticos.
No es la primera vez que los científicos señalan la existencia en la naturaleza de múltiples estructuras y materiales de composición altamente complicada. Sus esfuerzos por explicar las funciones y estructuras de biomateriales han sido una importante fuente para la creación de nuevos materiales sintéticos.