Pronostican daños multimillonarios por una "monstruosa" tormenta solar
Un grupo de investigadores universitarios prevé la llegada a la Tierra de la tormenta solar más fuerte del último siglo. Sin precisar aún la fecha y la hora en que tendrá lugar, el estudio publicado en la revista 'Space Weather' estima los posibles daños económicos de este fenómeno.
En un solo día y país, en concreto en EE.UU., el coste puede alcanzar los 41.500 millones de dólares. De ellos, casi 7.000 millones los afrontaría el sector comercial. El sector productivo sería el más vulnerable ante los apagones provocados por la energía solar, seguido por los servicios del Estado, el sector financiero y los seguros.
La causa principal de las pérdidas se debe a la intermitencia y los fallos múltiples que sufrirían los transformadores en las redes de suministro eléctrico, afirman los investigadores, entre los que se incluyen especialistas de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Los expertos cifran en un 66% el porcentaje de la población de EE.UU. que se vería afectado por los subsiguientes apagones.
"De media, el costo económico directo inducido por la interrupción eléctrica representa solo el 49% del costo macroeconómico potencial total", señala la publicación. El resto correspondería a pérdidas indirectas en las zonas no afectadas por los apagones, incluidos otros países.
El modelo ofrecido parte de que los estados del norte de EE.UU. son más vulnerables a los efectos del fuerte viento solar. Si solo resultan afectados esos territorios, que cuentan con el 8% de la población estadounidense, las pérdidas económicas por día se reducirán a 6.200 millones de dólares. A ello han de sumarse las de la red de suministro internacional, cifradas en 800 millones.
Los científicos admiten la incertidumbre reinante sobre la vulnerabilidad de la infraestructura eléctrica a los incidentes solares. Algunos investigadores creen que las interrupciones durarían solo unas horas o quizás varios días debido a que el colapso del sistema de transmisión protegería de un fallo las instalaciones de generación. Hay también quienes opinan que los apagones podrían durar semanas o meses y sostienen que después de una serie de fallos consecutivos habría que reemplazar las redes de transmisión.