El Tribunal Supremo británico ha dictaminado este martes que el Gobierno de la primera ministra Theresa May no puede desencadenar formalmente el 'Brexit' sin la aprobación del Parlamento, informa 'The Guardian'. Esta decisión supone un duro golpe para el Gobierno conservador, que había tratado de evitar al Parlamento.
De esta forma, los parlamentarios han visto reconocido su derecho a votar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, el cual iniciaría el proceso de negociaciones para la salida de la Unión Europea.
Ahora que al Gobierno se le ha negado el uso de la prerrogativa real para invocar el artículo 50, el asunto será sometido a votación en la Cámara de los Comunes, donde se espera que los diputados debatan un proyecto de ley sobre la materia.
"El Gobierno está decepcionado"
Dado que la mayoría de los diputados son partidarios de la adhesión a la UE, el proceso de activación del artículo 50 podría ser prolongado, pues se estima que los legisladores traten de retrasar el proyecto de ley mediante la presentación de enmiendas.
El fiscal general británico, Jeremy Wright, ha declarado que "el Gobierno está decepcionado con el resultado". "Pero tenemos la buena fortuna de vivir en un país donde todos, incluido el Gobierno, está sujeto al Estado de derecho, por lo que el Gobierno cumplirá la sentencia del Tribunal y hará todo lo posible para implementarla", ha afirmado.
Por su parte, el analista internacional Aníbal Garzón cree que el dictamen del Supremo se debe a que la primera ministra no fue elegida directamente por el pueblo británico en unos comicios.