Chile crepita: ¿Por qué no se han podido extinguir por completo los incendios?
Ocurre cada año pero sus magnitudes crecen exponencialmente. Esta vez, los incendios en Chile han devastado más de 2.800 metros cuadrados y prometen arrasar con más hectáreas.
Las labores de rescate no han cesado y este jueves se encontró un cuerpo calcinado para sumar ocho víctimas fatales. Desde hace casi un mes las humaredas colman el paisaje, pero ¿qué es lo que impide erradicarlos?
1. Incendios intencionales
Van más de diez detenidos esta semana. Las autoridades chilenas aseguraron que varias personas fueron halladas en flagrancia mientras intentaban ocasionar incendios en zonas previamente afectas o sospechosamente fuera de los focos de las llamas.
Un reporte de Diario Financiero detalla que el gobierno chileno ya ha interpuesto dos recursos legales en la Fiscalía para denunciar la presunta intencionalidad de los siniestros. Entrevistado por ese mismo medio, el empresario Carlos Cadoen también aseguró que tenía pruebas de esos hechos y las entregó al Ministerio Público para la respectiva investigación.
"Estos incendios aparecen en dirección contraria al viento y están todos separados del orden de los cuatro kilómetros cuadrados el uno del otro (...) No hay que ser ningún Einstein para darse cuenta que hay una acción premeditada y múltiple", afirmó.
2. Condiciones naturales
Pero más allá del factor humano, intencional o no, hay condiciones naturales que propician el surgimiento de las llamas o impiden su extinción definitiva. Ya en noviembre del año pasado, El Mercurio lo advertía: el fenómeno 30-30-30.
El número alude a tres condiciones climáticas que, juntas, son la ecuación ideal para los voraces incendios: 30 grados de temperatura, menos de 30% de humedad en el ambiente y vientos con velocidades de más de 30 nudos.
Esos tres requisitos se han cumplido esta temporada en Chile, por lo que la labor de los bomberos se han hecho aún más difícil. "Son condiciones extremas para la propagación y el descontrol de un incendio forestal", recalcaba a finales del año pasado el director regional metropolitano de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Germán Ortiz.
3. ¿Falta de planificación?
En Chile tampoco han faltado quienes acusan al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet por una supuesta falta de previsión logística para atender la temporada de incendios, que se presenta anualmente.
El experto en emergencias Michel De L’Herbe aseguró que en los últimos meses la voracidad de las llamas ha sido inusual, al devastar 280.000 hectáreas, cuando el promedio de la temporada siempre ronda las 58.000. A su juicio, Chile no está en capacidad de atender esas magnitudes: "y eso se viene advirtiendo desde 2012, cuando ocurrió el incendio de Torres del Paine", dijo citado por El Mercurio.
Una de las sugerencias planteada a ese mismo diario por la gerente general de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), es que se reestructure el funcionamiento de la Conaf para que "pase a ser un organismo público y no una corporación de derecho privado como lo es actualmente".
Nazareth Balbás