Un día después de asumir el cargo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump telefoneó al director del Servicio de Parques Nacionales, Michael T. Reynolds, para pedirle fotos adicionales de la multitud congregada el pasado viernes durante su toma de posesión, informa 'The Washington Post', citando fuentes cercanas a la situación.
Con estas 'pruebas gráficas' Trump, supuestamente, buscaba demostrar que los medios de comunicación no dijeron la verdad sobre la cantidad de asistentes a su investidura que, a su modo de ver, fue subestimada. Sin embargo, ni Reynolds ni el Servicio de Parques Nacionales han comentado la supuesta conversación con el presidente.
Se informa que Reynolds envió las fotos solicitadas, si bien las imágenes no demostraron que el número de espectadores llegara hasta un millón, como insistía Trump. Las estimaciones de la audiencia presente en su investidura varían desde las 250.000 personas hasta las 720.000, según el portavoz del presidente, o hasta "un millón y medio", según los cálculos del propio Trump.