¿Qué pasará con los países latinoamericanos que firmaron el TPP?

México, Perú y Chile tendrán que mirar a Sudamérica como un mercado potencial y apostar por impulsar a organismos como Mercosur, afirmaron analistas consultados por RT.

Tras la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), los impactos de esa decisión en América Latina, podrían resumirse en la frase: 'Muerto el perro, se acabó la rabia'.

Se trata de un refrán popular utilizado para significar que cuando cesan las causas, terminas con ellas sus efectos.

El TPP agrupó a 12 países que, unidos, representan al menos el "40% del PIB mundial y un mercado de 800 millones de habitantes", según la BBC.

Pero más allá de la decisión de Trump, los gobiernos de Japón y Australia expresaron de manera conjunta su voluntad de seguir adelante con el TPP y para ello, adelantaron conversaciones con Canadá, México, Japón, Nueva Zelanda, Singapur y Malasia.

Los 3 de la región

Ahora, el retiro de Estados Unidos, explica la revista digital Question, "genera incertidumbre por un acuerdo que ha sido una parte integral de la estrategia económica de las tres naciones" latinoamericanas involucradas: México, Perú y Chile.

Esos países, agrega la nota, se verán obligados a "buscar el afianzamiento de instancias regionales integracionistas, las que en el último año trataron de vaciar e invisibilizar".

Sobre ese aspecto, el economista venezolano Manuel Sutherland, miembro del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) indica que "al margen de México, Perú y Chile, la salida de Estados Unidos del TPP, no tendrá ningún impacto realmente importante en la región. Salvo que esos países se vean obligados a vender sus mercancías en el Mercado Común del Sur (Mercosur) o la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur)".

De forma más específica, Sutherland detalló a RT que al abandonar el tratado Washington, "los tres países perderán una serie de ventajas arancelarias que tenían con esa nación y eso hace que probablemente se encarezcan sus exportaciones".

Momento transitorio

Que el gobierno estadounidense revise los tratados de libre comercio y apueste por recuperar su potencial interno, es solo una decisión que responde a un momento coyuntural, opina el analista Basem Tajeldine.

"Estados Unidos busca recomponerse económicamente para luego salir con mayor fuerza de sus fronteras. Ellos no renuncian a su proyecto expansionista", agregó.

Tajeldine afirmó a RT que Donald Trump no está en contra del libre comercio, "sino de los aspectos contenidos en esos acuerdos y que han promovido la desindustrialización de su país, pero también se muestra contrario a algo con lo que esa nación no puede competir: la mano de obra barata que ofrecen los gobiernos neoliberales de la región".

La victoria de Trump, añade el analista, solo evidencia las grandes contradicciones internas que se viven en la nación norteamericana.

"Los grandes grupos de poder, todos parte del sistema, se debaten entre los que quieren recomponer las bases económicas del imperio y los que apuestan por mantener la expansión comercial. México, Perú y Chile van a sufrir las consecuencias de la necesidad interna priorizada por el grupo que circunda al nuevo presidente".

A su suerte

Finalmente, la pregunta a responder es ¿qué pasará a los países latinoamericanos si continúan en un TPP sin Estados Unidos?

Entrevistado por RT, Eduardo Samán, exministro de Comercio de Venezuela lo explica con un localismo: "Esos países quedarán 'ensartados'", es decir, altamente comprometidos. Samán detalló que todos los acuerdos de libre comercio se firman "para permitir la expansión de las industrias" y el TPP "no es la excepción".

Lo que ha cambiado con Trump, es que salen del poder "las empresas que estaban bajo la órbita del grupo petrolero que representa la familia Bush en Estados Unidos".

Si estos países (México, Perú y Chile) abren sus mercados, continúa Samán, serán inundados por productos asiáticos y no podrán vender los suyos a Estados Unidos.

"Con un tratado como el TPP, los países latinoamericanos iban a perder mercados internos, pero eso se iba a compensar con las exportaciones que harían hacia Estados Unidos. En esos tratados los gobiernos entienden que algo se va a sacrificar a cambio de inversiones extranjeras o de generación de empleos. Todo tratado es un sacrificio para los países menos desarrollados".

 

Ernesto J. Navarro