La ciudad siria de Alepo, que se convirtió en escenario de algunos de los combates más brutales entre el Ejército de Siria y los grupos extremistas, celebró su primer partido de fútbol después de casi más de cinco años de guerra civil.
Dos equipos locales, Al Itihad y Al Hurriah, se enfrentaron en un partido amistoso a pocas semanas de que la ciudad fuera retomada por las fuerzas gubernamentales. El encuentro se celebró bajo estricta seguridad y terminó en victoria (2:1) para Al Itihad.
A pesar de las temperaturas bajas y las marcas que la guerra dejó en el estadio, el ambiente era alegre y los aficionados animaron con sus aplausos a sus respectivos equipos.