A partir de este 1 de febrero cada ciudadano ruso puede obtener de forma gratuita una parcela de tierra, según ha declarado el Ministerio de Desarrollo del Lejano Oriente citado por TASS.
La Ley sobre la hectárea del Lejano Oriente entró en vigor el 1 de junio de 2016, y en su primera y segunda etapa otorgó a los residentes de dicha zona el derecho de elegir parcelas en sus áreas municipales y después en varias regiones. Ahora todos los ciudadanos rusos pueden recibir tierra en cualquier región del Lejano Oriente.
A través de la página web oficial del programa se puede registrar una solicitud sin trámites burocráticos o los ciudadanos pueden acudir a los centros locales de prestación de servicios.
- Se puede obtener una parcela para un plazo de cinco años, durante los cuales no está autorizada la cesión, alquiler ni venta. Pasado este plazo es posible arrendarla o lograr la propiedad siempre y cuando esté cultivada.
- Después del primer año el ciudadano tiene que informar al cuerpo local sobre la opción elegida para la utilización del terreno. Tiene dos años para empezar a cultivarlo antes de notificar a las autoridades qué uso le va a dar al mismo, justificándolo mediante la documentación pertinente.
Una 'fila' al Lejano Oriente
El sitio web también detalla varias sugerencias disponibles para cultivar las áreas. De momento son 35 y algunas están relacionadas con subvenciones para explotaciones agrícolas, cómo recibir autorización para adquirir madera de los bosques locales para la construcción de viviendas, microcréditos o alquiler de equipamiento agrícola.
Según los datos de la agencia del desarrollo del capital humano citados por RIA Novosti, a partir de la entrada en vigor de la ley han sido recibidas más de 36.000 solicitudes. Más de 4.800 solares ya han sido distribuidos, y un número similar se está registrando ahora. De momento, la distribución de la tierra está prevista hasta el 2035.
El fin que persiguen las autoridades con la ley es que la entrega de tierras gratuitas logre más concurrencia de personas en el Distrito Federal del Lejano Oriente para ralentizar o detener la migración hacia el extranjero de los lugareños e impulsar el desarrollo socio-económico del territorio.