Durante la conversación telefónica mantenida el pasado 28 de enero por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, se sintió una determinación de trabajar "sin fobias", ha declarado el director del departamento de América del Norte del Ministerio de Exteriores ruso, Gueórgui Borisenko, citado por RIA Novosti.
El diplomático ha señalado que la conversación "estuvo muy saturada por la selección de temas, constructiva y cordial". "De parte estadounidense se sintió la determinación para el trabajo conjunto en un ambiente formal, sin fobias, en intereses mutuos", ha destacado Borisenko, agregando que esta actitud "ya se nota en contactos con los funcionarios de Trump".
Según el diplomático ruso, en los últimos años de la presidencia de Barack Obama "casi nos desacostumbramos a ello". A partir del 2012 su administración "se encargó de destruir el fundamento de la cooperación". Borisenko ha aclarado que tenía que ver con el hecho de que "en el 'establishment' de Washington no querían reconocer a Rusia como un socio igual, con la opinión del cual se debía contar".
En su diálogo ambos presidentes destacaron la importancia del "restablecimiento de los lazos comerciales y económicos mutuamente beneficiosos" entre los sectores empresariales de ambos países y abogaron por:
- Articular "una coordinación real" de las acciones rusas y estadounidenses con el objetivo de acabar con el Estado Islámico y otros grupos terroristas en Siria.
- Cooperar en el ámbito internacional, en concreto en cuestiones como la lucha contra el terrorismo, Oriente Medio, la resolución del conflicto árabe-israelí, la estabilidad estratégica y la no proliferación, el programa nuclear de Irán y la situación de la península coreana.