La siria Samah Habulhamid llegó a México casi una semana después de que una orden ejecutiva que firmó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretara que los ciudadanos de Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen no podrían ingresar en suelo estadounidense.
Esa mujer pudo arribar a territorio mexicano gracias al Proyecto Habesha, una asociación civil formada en 2014 cuya intención es conseguir, gracias a donaciones, que 30 estudiantes puedan continuar con los estudios que interrumpió la guerra civil en Siria, un conflicto que ha dejado más de cuatro millones de refugiados.
Esta iniciativa también intenta crear conciencia sobre la crisis humanitaria que lastima a Oriente Medio y conseguir la reconstrucción de ese país árabe.
Habulhamid es la primera mujer que se beneficia de ese proyecto, mientras que Essa Hassan, Zain Ali y Tamer Mansur asisten a universidades de Aguascalientes y Ciudad de México desde 2015. Todos vivían como refugiados en países vecinos a Siria. En el ámbito educativo, se estima que 187.000 niños de origen sirio refugiados en Líbano se encuentran sin escolarizar, inforrma la agencia EFE.
México tiene tradición a la hora de recibir a refugiados, desde quienes huyeron de la Guerra Civil de España en los 30 hasta diferentes exiliados de dictaduras del Cono Sur, en la década de los 60. Sin embargo, esta vez se ha movilizado su sociedad civil en "una apuesta por la paz y la reconstrucción de Siria, tomando como punto de partida el apoyo a la juventud", según indica el sitio web de Proyecto Habesha.