Miles de personas no pueden pagar la luz en México. Por el "delito de ser pobres", usuarios en todo el país afrontan el corte de la energía eléctrica, embargos, y hasta el hostigamiento y la cárcel si se organizan contra el alza de las tarifas.
Desde que en 2013 fue proclamada la Reforma Energética, una serie de cambios constitucionales en materia de petróleo, minería, tierras y energía fueron promovidos por el presidente Enrique Peña Nieto. Actualmente, los precios de la gasolina y de la luz eléctrica no hacen más que subir, pese a que el propio Peña negó esta posibilidad en anuncios al comienzo de su campaña.
Antes para pagar la luz en México antiguos trabajadores de las empresas paraestatales Luz y Fuerza del Centro y Comisión Federal de Electricidad (CFE) leían las cifras del consumo de cada hogar. En 2011 la primera de estas empresas desapareció entre fuertes protestas de sus trabajadores y la CFE comenzó a subcontratar diversas empresas para el cobro. Después, los medidores fueron cambiados por medidores digitales y las tarifas variaron.
Carlos Sampedro, de la Coordinación de Pueblos Unidos en Defensa de la Energía, comenta a RT que, actualmente, existen tres tarifas, siendo la tarifa de alto consumo la que experimenta las alzas. Aunque el Gobierno dice que las subidas a las tarifas no afectan al 99% de la población, negocios pequeños de hogares son incluidos en la tarifa de alto consumo y los nuevos medidores digitales hacen mediciones de luz que disparan el precio hasta en un 1000%.
"Los medidores son producto de la Reforma Energética y son medidores para las nuevas empresas", recalca Sampedro.
#Testimonio 16 #AMíTambiénMeRobóCFE con recibos de más de $5 mil bimestrales y no me dejan trabajar. Total del robo:❌$39,542❌👈👇 pic.twitter.com/z5zLbPBzXV— Resistencia Civil (@RedResistenciaC) September 22, 2016
Resistencia civil
El problema del alto precio de la luz en México se remonta a algunas décadas atrás. Algunos pueblos del Estado sureño de Chiapas se resisten a los pagos desde 1994, en tiempos del alzamiento indígena zapatista.
La Red Nacional de Resistencia Civil nació en 2003 y agrupa a organizaciones de los Estados de Chiapas, Veracruz, Campeche, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Chihuahua, Estado de México y la capital. En todos estos Estados se han registrado más de 17.000 casos de cobros altos de la luz.
Además, al movimiento de la Red Nacional de Resistencia Civil se suman pueblos con problemas asociados a la construcción sin consulta de proyectos de generación de energía, como un enorme gasoducto a cargo de la paraestatal en los Estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala; o proyectos de fracking, eólicas y otras fuentes de generación de energía impuestos en comunidades indígenas.
Actualmente, toda la red lucha para que la luz sea reconocida en México como un derecho humano.
"Lo que estamos haciendo es una huelga de pagos hasta que se revisen los adeudos injustificados y haya una tarifa social justa", dijeron los integrantes de esta Red en una conferencia de prensa celebrada en Ciudad de México.
Usuarios pretenden ampararse en la Ley de la Industria Eléctrica, complementaria a la Reforma Energética que modificó los artículos 25, 17 y 28 de la Constitución mexicana. Sampedro comenta que en México, supuestamente, existe el derecho a la vivienda digna, pero que otros derechos complementarios como la luz, la salud y la educación no están garantizados. "Está en contradicción porque la energía eléctrica es un negocio y no un derecho", agrega Sampedro.
"Es contra la reforma energética: las alzas a las tarifas las están justificando con el alza a los combustibles, que necesitan para generar la energía eléctrica", explica.
La CFE tiene 36 tarifas en todo el país para un solo producto: la energía eléctrica. La actual exigencia de la red es que se haga solo una.
Ya en 2009 el diario 'La Jornada' publicó una noticia titulada: 'Miles de usuarios dejan de pagar el consumo de electricidad por altas tarifas', en el que reportaba un incremento del 54% en las utilidades de la paraestatal durante los gobiernos del Partido Acción Nacional. En aquel año pueblos de Chiapas y Tabasco se declararon en moratoria de pagos.
El mismo diario reportó en 2011 que hasta aquel año la CFE acumula unas 66.000 quejas por cobros excesivos con aumentos de hasta el 2.000%. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no dispone de cifras más recientes.
La Red de Resistencia Civil mantiene mesas de diálogo con la CFE y con un sector del ministerio de Interior mexicano después de que realizara una campaña de actos de protesta en diversos Estados llamados "La rebelión de los colgados", en el curso de la cual colgaban muñecos de diversos puentes del país, circulando testimonios en las redes sociales con el hashtag #AMiTAmbienMeRoboCFE.
Represión
Integrantes de la red denuncian que quienes luchan contra estos altos cobros y los proyectos de la CFE no solo sufren cortes de luz. Normalmente, se les acusa del delito de robo de energía y privación ilegal de la libertad cuando retienen a funcionarios de la CFE para exigirles que reconecten la luz o cuando cierran sus oficinas.
Un ejemplo representativo fue la detención de la luchadora social Sara López, del Estado de Campeche, que pasó un año en prisión en 2010.
Habitantes del municipio costero de Tonalá, Chiapas, acusaron a la CFE de amenazarlos con quitarles sus viviendas. Algunos tonaltecos afrontan multas de hasta de 100.000 pesos, pero la mayoría son pescadores, albañiles y madres solteras.
"Nos mantenemos en resistencia civil. Los pobres no podemos pagar la energía", dijo un integrante de la región del Tatahuicapan del sur del Estado de Veracruz en una conferencia de prensa en Ciudad de México.
Y agregó: "No abusen, es una zona de humildes indígenas".
Al-Dabi Olvera