El sentimiento anti-Trump podría llevar a la Presidencia al líder opositor de México

Andrés Manuel López Obrador, quien lidera las encuestas para las presidenciales de México en 2018, comenzó una gira estadounidense con un concurrido mitin en La Placita de Olvera de Los Ángeles.

Ante el descontento generalizado de la población contra el Gobierno mexicano, el líder más visible de la oposición electoral, Andrés Manuel López Obrador, aparece como una opción viable para catalizar los sentimientos de un país que enfrenta fuertes problemas internos y la agresividad del Gobierno de EE.UU.

En un concurrido mitin realizado en la icónica Placita de Olvera de Los Ángeles, California, AMLO, como se le conoce comúnmente, se ganó la ovación de los migrantes asistentes gracias a frases como: "La migración es el fundamento de las naciones, y este gran país es un ejemplo" y "Cuando se erige un muro para segregar a las poblaciones y la palabra 'extranjero' se utiliza para denigrar, se ofende a la humanidad."

Sobre los migrantes, dijo: "Se ven obligados a salir por necesidad, no por gusto".

López Obrador es una de las figuras más controversiales en México. O lo amas, o lo odias. Lo que es cierto es que no es ningún arribista ni improvisado. Formado en el Partido Revolucionario Institucional, la casa de buena parte de los políticos mexicanos durante el siglo XX, fue parte de la disidencia que después formaría el Partido de la Revolución Democrática al finalizar la década de los 80.

Diez años después, gobernó la capital mexicana (2000-2005), donde creó un sistema de pensiones para adultos mayores, afianzó la seguridad social y se alió con el millonario Carlos Slim para crear grandes vías de comunicación.

En 2006 perdió por menos del 1% contra el conservador Felipe Calderón, quien desataría una guerra que desangra al país. En 2012 perdió contra el actual presidente, Enrique Peña Nieto, a quien le han estallado diversas protestas tanto de maestros como de familiares de desaparecidos.

En las dos ocasiones, López Obrador esgrimió posibles fraudes electorales y compra de votos en su contra.

El primer mitin de Obrador en EE.UU. es parte de una serie de encuentros que tendrá para ampliar sus bases en aquel país, especialmente con la población migrante. Es muy característico de su estilo el acercarse directamente a la población, hablar con ella, viajar en vuelos comerciales y de manera austera. Lleva casi 11 años recorriendo México. Y es uno de los políticos más identificados.

Su propuesta de gobierno para México se centra precisamente en la sobriedad en la administración pública.

"Estamos decididos a luchar contra el principal problema de México: la corrupción", dijo a los asistentes a La Placita de Olvera.

La respuesta eufórica de los asistentes californianos da una lectura del termómetro del ánimo político en el país que Obrador podría catalizar: "¡Fuera Peña!, ¡fuera Peña!, ¡fuera Peña!."

Presidenciable

Con análisis y posturas distintos, medios internacionales como 'The Guardian', 'The Financial Times' y 'The Wall Street Journal' coinciden en un análisis sobre López Obrador: se acerca poco a poco a la 'silla del águila' –la presidencia mexicana– que ha perdido en dos ocasiones.

Y es que el nativo del estado sureño de Tabasco, a quien 'The Guardian' compara con el estadounidense Bernie Sanders y el británico Jeremy Corbin, ha sabido pronunciarse últimamente en defensa de los profesores disidentes que protagonizaron grandes manifestaciones en el 2016 y sobre la difícil situación que vive México por la subida de los precios de los combustibles, conocida como 'gasolinazo'.

Eso ha hecho que, como ya lo reportó RT, un informe de Inteligencia de EE.UU. advierta que los mexicanos podrían volcarse a la izquierda durante las esperadas elecciones presidenciales del 2018.

Sin embargo, Obrador, con 63 años, ya sufrió un infarto, y sus críticos de todo el espectro ideológico no dejan de tenerlo en la mira.

El intelectual liberal por antonomasia de México, Enrique Krauze, lo ha acusado de ser un "mesías tropical". En 2006, televisoras y grupos empresariales le hicieron una campaña ligándolo con el fallecido coronel Hugo Chávez y hablando de él como un "peligro para México".

Los críticos del 'Peje' —como también se le conoce de cariño, comparándolo con un pez de su natal Tabasco– en la izquierda social lo tachan de no solidarizarse claramente con las víctimas de la violencia y de tener aliados de dudosa reputación, como antiguos miembros del Partido Revolucionario Institucional.

También comunidades afectadas por las mineras canadienses le han hecho reclamos, preocupadas de que López Obrador continúe con la política contaminante de extracción de minerales, como ha ocurrido en Bolivia y Chile a pesar de las nacionalizaciones de los recursos.

Además, los correligionarios de López Obrador han mostrado rechazo y burla contra la sorpresiva propuesta, lanzada por más de 500 pueblos originarios del país, de crear un Concejo Indígena de Gobierno para competir en las elecciones presidenciales.

La paradoja de ganar gracias a Trump

Al ganar Trump, López Obrador llamó inmediatamente a no preocuparse por lo sucedido y a hacer valer la soberanía de México.

Meses después, cuando Peña Nieto ya enfrentaba los discursos de Trump, López Obrador lanzó un plan que el actual canciller mexicano, Luis Videgaray, tomó en cuenta para proteger a los mexicanos en EE.UU. Obrador apoyó públicamente a Peña Nieto, y lo urgió a defender los intereses y de derechos de los mexicanos migrantes.

El dos veces candidato presidencial adoptó después una posición crítica con el presidente estadounidense hasta llegar a comparar el actual contexto de EE.UU. con el de la Alemania previa al ascenso de Hitler.

"El discurso de odio y la cizaña en contra de los extranjeros les permitió ganar la presidencia y suponen que van a permanecer y reelegirse alimentando el odio de uso sectores contra otros", dijo Obrador al respecto.

Paradójicamente, cuestionando a Trump, con quien se le ha comparado por su lenguaje cercano a la gente, Obrador podría obtener el triunfo para las próximas elecciones presidenciales del 2018.

Sin embargo, hasta las encuestas favorecen a AMLO. El diario económico 'El Financiero' dice que Obrador cuenta con el 33% de la intención de voto, seguido por la esposa del expresidente Calderón, Margarita Zavala, quien tiene un 27%. Sin embargo, de acuerdo con el semanario 'Proceso', López Obrador también es uno de los presidenciables que mayores opiniones negativas tiene: -9%.

"Culpar de estas desgracias económicas a determinados grupos sociales y culturales, nacionales y extranjeros tiene una obvia connotación política", dijo López Obrador en La Placita de Olvera.

Además, advirtió que EE.UU. podría convertirse en un "enorme gueto" y que los migrantes podrían ser vistos como los causantes de la recesión económica del 2008, de la cual las clases menos favorecidas todavía no se recuperan: "No es culpa de migrantes, sino por el mal gobierno que lastima a los de abajo".

Acompañado del cura defensor de los migrantes Alejandro Solalinde, el líder de la izquierda electoral en México propuso un plan de "solidaridad activa", que consistiría en defender a los migrantes legalmente, crear un plan para con intelectuales estadounidenses para combatir lo que llamó una "estrategia de odio" y formar comités locales, tal como lo hizo en México para levantar su partido, el Movimiento Regeneración Nacional.

Por último, dijo que si el Gobierno de México no interponía una demanda ante la Organización de las Naciones Unidas por violación de los derechos humanos por la inminente construcción de un muro fronterizo su partido lo hará, pero además ayudará a convencer a los estadounidenses:

"Podemos convencer a la población afectada por la crisis que sin odios y rencores es posible construir mejores sociedades en ambos lados de la frontera con el ideal de la justicia y de la fraternidad universal, en vez de la persecución, la hostilidad, el racismo".

Al-Dabi Olvera