Pekín ha decidido avanzar en su control del mar de la China Meridional con el objetivo de abastecer de electricidad a distintas islas de la zona. Los archipiélagos, así como el conjunto de esa región marítima, está en disputa entre China y otros países que reclaman soberanía sobre distintas partes del territorio y el mar.
En este contexto el gigante asiático dará prioridad al desarrollo de una plataforma de energía nuclear flotante en los próximos cinco años, en un esfuerzo por proporcionar energía estable a proyectos en alta mar y promover la explotación de gas oceánico, declaró el subdirector de la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional, Wang Yiren, informa 'The Economic Times'.
Actualmente, China tiene 36 plantas de energía nuclear en funcionamiento y 21 en construcción. La construcción de nuevas plantas se reanudó después de que el Gobierno chino pusiera un freno tras el accidente de Fukushima en Japón en 2011. Sin embargo se permitió la reanudación después de una revisión de la seguridad.
De hecho, "las plantas de energía flotantes son menos susceptibles a los desastres naturales", aseguró Sun Qin, expresidente de la Corporación Nuclear Nacional. "En una emergencia, la planta podría bombear agua de mar en un barco para evitar la fusión del núcleo. Además, la plataforma es pequeña y se puede arrastrar a un lugar adecuado para el mantenimiento", añadió.
La importancia estratégica del mar de la China Meridional reside en las rutas que lo surcan y por las que cada día pasan la mitad de los buques comerciales del mundo, transportando la tercera parte del petróleo y las dos terceras partes del gas líquido, lo que se traduce en 5 billones de dólares anuales de comercio. Además, para Pekín este mar está fuertemente vinculado con el proyecto apodado 'Nueva Ruta de la Seda'.