El Parlamento Europeo ratifica el acuerdo comercial con Canadá (CETA)

La Eurocámara ha validado el CETA en medio de fuertes protestas anti-globalización y en un momento político marcado por el proteccionismo de Trump en EE.UU.

El  tratado bilateral de libre comercio —CETA por sus siglas en inglés— entre la Unión Europea y Canadá queda finalmente aprobado por el Parlamento Europeo. Tras 7 años de broncas negociaciones, el mayor acuerdo comercial firmado hasta ahora por Bruselas obtiene el visto bueno de la Eurocámara y supera así su último obstáculo para su entrada en vigor. El CETA elimina la práctica totalidad de los aranceles que gravan los intercambios entre ambas potencias en su intención de lograr efectos positivos para el crecimiento y el empleo. En concreto, la UE aspira a incrementar el PIB en unos 12.000 millones de euros anuales. 

Pese a la concentración de manifestantes anti-globalización que ha tenido lugar en las inmediaciones del Parlamento y la entrega de 3 millones y medio de firmas por parte de la plataforma 'Stop TTIP', el texto ha sido finalmente ratificado, tal como se esperaba.

Los detractores del CETA aseguran que el pacto provocará que las multinacionales recurran la legislación sobre derechos sociales, salud pública y medio ambiente, lo cual supone una amenaza para la democracia y el estado de derecho. También creen que terminará con miles de empleos en toda Europa. Por su parte, la Secretaria de Comercio de la Unión Europea, Cecilia Malmström, ha intentado calmar los ánimos indicando que "no hay nada en este acuerdo que socave el derecho de los gobiernos a reglamentar el interés público. Nada que afecte a la seguridad de los alimentos que comemos o de los productos que compramos. Nada que impida a los gobiernos dar buenos servicios públicos. Nada que requiera la privatización del agua o la asistencia sanitaria. Nada cambia la prerrogativa que tienen los legisladores de la UE", según informa el diario español 'El Periódico'. 

Lo más preocupante del CETA

Aunque desde la Comisión Europea aseguran que el acuerdo con Canadá "ofrecerá a las empresas de la UE más y mejores oportunidades en Canadá y contribuirá al empleo en Europa" y que "respetará plenamente las normas europeas en ámbitos como la seguridad alimentaria y los derechos del trabajador", existen algunos puntos que preocupan a la ciudadanía: