La presa de Oroville (California, EE.UU.) entró en estado de alerta el pasado 13 de febrero tras el aumento de los niveles de agua producto de las lluvias y la nieve. La emergencia produjo un fallo en la pared de uno de sus vertederos y creó un enorme agujero que obligó a la apertura del desagüe auxiliar para bajar el nivel, una medida utilizada por primera vez desde su construcción en 1968. Conozca algunas cifras impactantes sobre el problema que podría poner en peligro a miles de personas.
Con 234 metros, es la presa más alta del país. Contribuye a la producción de energía hidroeléctrica y sirve como suministro de agua para la agricultura y la población en general al sur de California.
El lago de Oroville es uno de los lagos artificiales más grandes de EE.UU. con una superficie de aproximadamente 10.000 kilómetros cuadrados. Cuenta con una capacidad de almacenamiento cercana a los 4.300 millones de metros cúbicos.
La erosión imprevista destruyó parte del desagüe, arrancando trozos de cemento y formó un enorme agujero de 152 metros de largo por 13 metros de profundidad.
Las cerca de 200.000 personas que fueron evacuadas regresaron a sus viviendas luego de que el nivel del agua disminuyera en las últimas horas en alrededor de tres metros.
Las autoridades han transferido a un criadero estatal a cerca de cinco millones de peces (en su mayoría salmones) que habitan en el lago Oroville debido a la constante caída de barro y otros residuos, a través del vertedero de emergencia, que ponen en peligro su supervivencia.