Hasta el año 2015 la canciller alemana, Angela Merkel, no supo de lo estrecho de las relaciones entre los servicios de Inteligencia de EE.UU. y de Alemania, reconocía el pasado el 16 de febrero en una intervención ante el comité parlamentario que investiga las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) en su país.
Según informa DW, Merkel admitió su sorpresa ante los reportes aparecidos en marzo de 2015 sobre las actividades de espionaje contra políticos y empresas europeos protagonizadas conjuntamente por el servicio de Inteligencia alemán BND (siglas alemanas) y la NSA estadounidense. "No supuse que el Servicio Federal de Inteligencia estuviera involucrado en esas actividades", afirmó. La canciller calificó lo sucedido de "pérdida de tiempo y energía" y de práctica inadmisible.
La investigación de la actividad de la NSA de EE.UU. por el Parlamento alemán empezó en 2014 después de que Edward Snowden, exempleado de la NSA y la CIA, publicara en 2013 detalles sobre los programas secretos estadounidenses de escuchas. El Gobierno alemán e incluso la propia Merkel resultaron ser víctimas de ellos.
En aquel entonces las relaciones diplomáticas entre Alemania y EE.UU. atravesaron por una fase de tensión y Merkel reaccionó afirmando que "no está bien espiar a los amigos". Sin embargo, más tarde se reveló que la Inteligencia alemana había cooperado estrechamente con los estadounidenses.