Las negociaciones sobre la tregua en Siria que llevan a cabo Turquía y Rusia tienen más oportunidades de dar frutos que otras iniciativas de paz, ha señalado el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
"Este alto el fuego dura más que los anteriores", ha asegurado, añadiendo que, según su "modesta opinión", "si lo apoyamos, tiene más oportunidades que otros de tener éxito". Según De Mistura, esto se debe a que Rusia y Turquía cuentan con recursos necesarios para "ejercer influencia" en la región.
Las partes han establecido un mecanismo para observar y respaldar el alto el fuego, ha subrayado De Mistura. La ONU "apoya el proceso en Astaná" porque se centra en un asunto muy importante, que es "establecer, estabilizar y reforzar el cese de las hostilidades", dijo.
De Mistura ha admitido que la mediación de Rusia y Turquía ayudó a evitar el peor desenlace de la batalla de Alepo. "En Ankara se celebraron reuniones no muy secretas, y esos encuentros tuvieron como resultado discusiones entre los grupos armados y los militares rusos que previnieron –muchos lo olvidan– la peor parte de la batalla de Alepo, que habría provocado la total destrucción de la ciudad y dejar entre 110.000 y 115.000 refugiados y muertos", ha recordado el enviado especial.
Sin embargo, hasta ahora las negociaciones de Astaná no han mejorado la situación humanitaria en Siria, ha lamentado De Mistura. "Cuando cese la guerra, en teoría tendremos un acceso humanitario. Eso todavía no ha sucedido. Pero presionamos para que esa sea una de las consecuencias del cese de hostilidades que se discute en Astaná", ha sintetizado el diplomático.
No obstante, la inclusión de los grupos armados y su participación en las negociaciones fue un gran éxito, según el enviado especial. "Hemos visto a los grupos armados presentes, y no calificados de terroristas, sino tratados como interlocutores" que se sentaron a la mesa de negociaciones con los "garantes del alto el fuego, Turquía, Rusia y, diría también, Irán", ha destacado.