Los especialistas de la organización internacional Crop Trust han preparado un nuevo cargamento con 50.000 semillas que será depositado en la 'bóveda del fin del mundo', el depósito de biodiversidad agrícola más grande del planeta. Junto a esta nueva remesa de semillas la bóveda alcanzará un total de 930.821 muestras.
Desde 2008, este lugar ubicado en el archipiélago noruego de Svalbard, en el océano Glacial Ártico, tiene la misión de conservar muestras de semillas para proteger las plantas de cataclismos globales como guerras nucleares, el cambio climático o las enfermedades. Contiene ejemplares de las más variadas y básicas fuentes de alimentación del ser humano, como la patata, el arroz, la cebada, el garbanzo, las lentejas y el trigo.
El aumento de las tensiones políticas y los conflictos en varias partes del mundo han acelerado el paso de los científicos, quienes han recolectado muestras de diferentes semillas, en esta ocasión, provenientes de Benín, India, Pakistán, Líbano, Marruecos, Países Bajos, EE.UU., México, Bosnia y Herzegovina, Bielorrusia y el Reino Unido.
El primer uso real de las semillas de Svalbard
En 2015, investigadores retiraron de esta bóveda muestras de trigo, cebada y pastos adaptados a las regiones secas de Medio Oriente con el objetivo de reemplazar las semillas en un banco de genes cerca de la ciudad siria de Alepo, dañadas por la guerra civil.
Los científicos señalan que la operación de reemplazo y regeneración de las semillas fue exitosa y una nueva muestra del material genético forma parte de la partida que se transporta a la bóveda de Svalbard.
Crop Trust es una organización internacional dedicada a la conservación de la diversidad del cultivo. Ha sido creada en 2004 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y ha recibido más de 500 millones de dólares en inversiones por parte de varias instituciones gubernamentales y del sector privado.