El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, y su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, ofrecen una conferencia de prensa desde las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la Ciudad de México. Se espera que con la visita del secretario de Estado norteamericano, quien llegó a México este miércoles, al igual que el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kelly, ambos países consigan rebajar las tensiones existentes.
Videgaray ha destacado la importancia de las relaciones bilaterales entre México y EE.UU. y ha subrayado que el mejor camino para resolver las diferencias es un diálogo claro y franco. "Lo importante es dar pasos en la dirección correcta", ha indicado el canciller mexicano, quien agregó que es importante "seguir trabajando de manera ininterrumpida para ir logrando acuerdos".
El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, ha resaltado la importancia de "construir esquemas de colaboración" y ha señalado que el Gobierno mexicano plantea su desacuerdo con las recientes medidas de EE.UU. y expresa su preocupación "ante un eventual aumento de deportaciones" de mexicanos.
Por su parte, Tillerson y Kelly han asegurado que ambos países colaboran en materia de seguridad fronteriza y se comprometen a asegurar el cumplimiento de las leyes y el mantenimiento del orden. Kelly ha precisado que "no habrá deportaciones masivas" y que todas las deportaciones se producen en cumplimiento de la legislación estadounidense.
"El enfoque de las deportaciones serán los elementos criminales", ha indicado el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., quien ha agregado que las autoridades estadounidenses colaboran estrechamente con las autoridades del país vecino. Además, ha descartado que durante las deportaciones se emplee la fuerza militar. "No utilizamos la fuerza militar en las operaciones de inmigración", ha asegurado Kelly.
La víspera del encuentro con los funcionarios estadounidenses, Videgaray afirmó que no aceptará las nuevas propuestas "unilaterales" estadounidenses para regular la migración —que será el tema central de las conversaciones entre ambos países— y ha declarado que no se demorará en recurrir a las Naciones Unidas para defender a los inmigrantes.