Todavía no está claro qué acciones emprenderá Donald Trump, pero la Casa Blanca, el Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado le presentan sus guiones y tratan de conseguir más influencia en el proceso de toma de decisiones.
Turquía ya no es un socio clave
Junto con los esfuerzos de Rusia e Irán contra el terrorismo en Siria y las negociaciones de paz en Astaná, Washington abona el terreno para su propio juego. "Los contratos entre Estados Unidos y las monarquías árabes son más importantes que la lucha contra el terrorismo", afirma el presidente del Instituto de Estudios sobre Oriente Próximo, Yevgueni Satanovski, en su artículo para el portal VPK.
En primer lugar, el orientalista ruso llama la atención sobre las propuestas del Pentágono. El Departamento de Defensa de EE.UU. estudia la posibilidad de transferir tropas de combate al norte de Siria. "El contingente militar de Estados Unidos en Siria es de 300 a 500 soldados de las fuerzas especiales, asesores militares de la oposición siria, sin incluir a los franceses y los alemanes". Según Satanovski, tanta determinación de usar las fuerzas terrestres se debe al hecho de que las negociaciones con Turquía se han llevado a cabo sin éxito para la parte estadounidense. En otras palabras, el Pentágono ya no considera a Turquía como un socio clave en las operaciones conjuntas en la región.
Zonas de seguridad, la piedra de la discordia
Las nuevas propuestas del Departamento de Defensa también incluirán la participación de EE.UU. en la creación de las llamadas "zonas de seguridad". El experto destaca que la actitud de Ankara ahora no supone la asistencia estadounidense en tierra. Satanovski explica que en el pasado Turquía instaba a EE.UU. a crear las zonas de seguridad, pero "su objetivo principal fue usar el apoyo de la aviación estadounidense para garantizar la no intervención de Rusia". Ahora la situación cambió, las relaciones bilaterales de Rusia y Turquía mejoran y no hay necesidad de una participación de EE.UU.
Finalmente, según Satanovski, los planes del Pentágono pueden empeorar marcadamente las relaciones entre Washington y Ankara. El especialista sostiene que Washington no quiere verse obligado a seguir la política de Turquía, por eso entre los planes del Pentágono figura la creación de una alianza con los kurdos. Asimismo, afirma que la decisión de reforzar las agrupaciones terrestres en Siria contribuye en gran medida al mismo objetivo de fortificar sus posiciones en el Estado oriental: que las fuerzas estadounidenses ayuden a los kurdos y sus aliados a lograr un progreso significativo en el campo de batalla y garanticen la independencia de Turquía.
Una amistad en contra de Irán
Analizando la situación en la región, el experto ruso señala la actitud de los Estados locales hacia Irán. El autor del artículo destaca: "La nueva administración de Donald Trump mantiene conversaciones con los Estados árabes sobre la creación de un bloque militar que se posicionaría contra Irán e intercambiaría información con Israel". Se trata de unir en una alianza a Arabia Saudita, EAU, Egipto y Jordania, que se parecería a la OTAN por sus cláusulas de defensa mutua. Pero en esta propuesta no se prevé la incorporación de EE.UU. e Israel. Su papel sería proporcionar apoyo en la esfera militar y de inteligencia respectivamente.
El experto ruso subraya que entre los candidatos para el nuevo bloque no figuran Turquía ni Catar. La falta de entendimiento entre Turquía y EE.UU. sobre la inclinación del Pentágono a colaborar con los kurdos y sobre el futuro de las zonas de seguridad hace que Turquía vea con desconfianza la nueva alianza. Sin embargo, considera el autor, entre los supuestos miembros también podrían aparecer las discrepancias. Egipto y Arabia Saudita ven el desarrollo de la región de manera diferente. Además ni El Cairo, ni Abu Dabi quieren tomar lo dictado por Riad, que en los planes de EE.UU. figura como un jugador clave del nuevo bloque.
La "querida esposa" del Pentágono
Yevgueni Satanovski estima que el acercamiento con Riad ya está en pleno desarrollo. El autor incluso llama al ministro del Interior saudita Muhammad bin Naif la "querida esposa" del Ministerio de Defensa de EE.UU. Los hechos lo confirman. La CIA otorgó al Muhammad bin Naif una condecoración por su lucha contra el terrorismo. Otro premio similar le concedieron en Francia. La aproximación de Washington, París y Riad es evidente y el papel de Muhammad bin Naif en ese proceso es muy importante, asegura Satanovski. Según el experto ruso, es él quien abona el terreno para mejorar la seguridad de los contactos con las agencias de Inteligencia de Estados Unidos. "El ministro del Interior saudí prácticamente monopolizó en sus manos todo lo relacionado con la lucha contra el terrorismo islamista y las asociaciones en estos temas con los países occidentales", concluye el experto.