'8M': La sombra del terrorismo enturbia la próxima huelga mundial de las mujeres

Una de las autoras de un manifiesto feminista, que pide a las mujeres boicotear a Trump, cuenta con un pasado marcado por el terrorismo y un presente delictivo internacional.

El próximo 8 de marzo los movimientos feministas y pro derechos de la mujer han convocado la denominada 'Huelga Mundial de Mujeres'. En este contexto, varias organizaciones anti Donald Trump se han sumado a esta iniciativa del 8M para amplificar su mensaje y protestar contra el presidente de EE.UU.

En un manifiesto publicado por 'The Guardian' el pasado 6 de febrero, las autoras de la convocatoria piden formar una "nueva ola de lucha militante feminista" ataviada con un gorro de color rosa, que "bloquee carreteras, puentes y plazas" y "boicotee" el próximo '8M' todos los negocios relacionados con Trump.

Aunque se trata de una marcha organizada como cualquier otra, las críticas y alarmas no se centran tanto en su carácter feminista y activista, sino en el historial delictivo de algunas autoras de dicho manifiesto, titulado 'Mujeres de América: vamos a la huelga. Únanse para que Trump vea nuestro poder".

En un artículo publicado por 'New York Post', se saca a relucir el turbulento pasado terrorista y de farsas de una de las autoras, Rasmea Yousef Odeh, palestina con nacionalidad estadounidense. Odeh fue condenada a cadena perpetua en 1970 por una corte de Israel por su participación en 1969 en dos atentados con bomba en Jerusalén, uno de de los cuales acabó con la vida de dos estudiantes. También se le imputa el cargo de pertenencia a una organización terrorista ilegal, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).

Tras pasar 10 años en la cárcel, Odeh fue liberada en un intercambio de prisioneros con el FPLP. En 2004 logró obtener la nacionalidad estadounidense, aunque —como se supo más tarde— la palestina mintió sobre sus antecedentes delictivos a la hora de presentar su solicitud para obtener la ciudadanía estadounidense. Por este motivo, Odeh fue condenada a prisión en 2014 por un tribunal de EE.UU. por fraude migratorio.

Sin embargo, Odeh logró evitar el ingreso en prisión y la posibilidad de un nuevo juicio tras alegar que sufrió trastorno por estrés postraumático cuando mintió al solicitar la ciudadanía.