Rusia y China se han puesto de acuerdo para intensificar su oposición a la instalación del sistema antimisiles estadounidense THAAD en Corea del Sur, una decisión ratificada poco después de que el Gobierno surcoreano firmara un acuerdo con la corporación Lotte para disponer de terreno donde poder desplegar el sistema.
Tras un encuentro entre el viceministro de Exteriores de Rusia, Ígor Morgúlov, y el asesor del ministro de Exteriores de China, Kong Xuanyou, que se celebró en Pekín el 28 de febrero, la cancillería rusa destacó la necesidad de realizar "esfuerzos políticos y diplomáticos conjuntos" para "suavizar las tensiones e iniciar un proceso de distensión política y militar" en el nordeste de Asia, con vistas a crear condiciones que permitan resolver "el problema nuclear y otras cuestiones en la península de Corea".
Por su parte, el Ministerio de Exteriores del gigante asiático explicó que Rusia y China volvieron a expresar su "profunda preocupación" y una "protesta enérgica" contra la instalación de ese sistema antimisiles norteamericano e instaron a EE.UU. y Corea del Sur a "respetar" su "preocupación argumentada y justa" respecto a "la seguridad" y a "poner fin a su proceso del despliegue".
Washington prevé deplegar su Defensa de Área de Gran Altitud Terminal este mayo en el condado de Seongju, al sudeste de Seúl. Estará compuesto por entre cuatro y nueve lanzaderas montadas en camiones, cada una con ocho interceptores, mientras que podrá contar con el poderoso radar AN/TPY-2, capaz de detectar misiles a grandes distancias.
Los planes del Gobierno surcoreano provocaron protestas contra esta instalación cerca de la sede de Lotte.