Las relaciones entre Turquía y Alemania se tensaron luego de que Berlín prohibiera manifestaciones a favor del presidente Recep Tayyip Erdogan.
El mandatario turco busca ampliar sus facultades como jefe de Estado en un referéndum que se realizará el 16 de abril. Debido a que 1.500.000 turcos con derecho a voto viven en Alemania, se iban a realizar mítines a favor de la propuesta presidencial. A los mismos iban a asistir ministros del Gobierno turco.
Sin embargo las autoridades alemanas prohibieron la realización de esos actos. La respuesta no tardó en llegar: el ministro de Justicia de Turquía, Bekir Bozdag, dijo que se trata de un "comportamiento escandaloso". Citado por el diario 'La Jornada', fue más allá y aseguró que representa "un comportamiento fascista en toda regla".
Permiten a los líderes de organizaciones terroristas, pero no permiten al presidente democráticamente electo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan acudir. Esto es inexplicable
Más diplomático, el ministro de Exteriores Mevlut Cavusoglu dijo que Alemania debe "aprender a comportarse" si quiere mantener relaciones con Turquía. De acuerdo al periódico 'Hurriyet Daily', el jefe de la diplomacia turca afirmó que esta decisión atenta contra "la democracia, el derecho a la asamblea y la libertad de expresión".
Asimismo Cavusoglu criticó que Berlín permita las reuniones de kurdos, mientras que prohíbe a los turcos celebrar manifestaciones o a los funcionarios de ese país conocer a sus ciudadanos en suelo alemán. "Permiten a los líderes de organizaciones terroristas, pero no permiten al presidente democráticamente electo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan acudir. Esto es inexplicable", dijo.
Respuesta alemana
El ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, contestó a su par turco cuestionando el encarcelamiento del periodista turco-alemán Deniz Yücel. "Esta decisión me ha conmocionado. El trato al señor Yücel ha sido desproporcionado, teniendo en cuenta que él ya se había puesto voluntariamente en manos de la Justicia turca", sostuvo también citado por 'La Jornada'.
Y amenazó: "Si en Turquía no se respetan los valores fundamentales europeos, cada vez será más difícil un acercamiento a la Unión Europea".
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel negó la responsabilidad en la suspensión de los mítines en las ciudades de Gaggenau y Colonia. Merkel explicó que la decisión dependía de las autoridades locales y no del Gobierno federal.