El FBI ha abierto una investigación exhaustiva para determinar cómo el portal de filtraciones WikiLeaks obtuvo la información sobre el arsenal de herramientas de 'hackeo' que la CIA ha utilizado para espiar a sus objetivos, informa 'The Washington Post' citando sus fuentes.
La primera parte de los documentos filtrados sobre la CIA ha puesto en guardia a los funcionarios del Gobierno y de la industria de la tecnología, que tratan de determinar la exactitud y el alcance de los miles de documentos publicados por el portal de filtraciones. Los funcionarios también tratan de evaluar el daño que esta información y futuras entregas de WikiLeaks pueden causar, según las fuentes del diario.
El FBI ha pasado años investigando a WikiLeaks, mientras que las autoridades norteamericanas están ansiosas por averiguar si el portal de filtraciones ha reclutado a una nueva y bien situada fuente del Gobierno de EE.UU, señala el periódico.
Por su parte, el portal de filtraciones ha precisado que el archivo, aparentemente, pasó por las manos de varios expiratas electrónicos del Gobierno estadounidense, "uno de los cuales ha proporcionado a WikiLeaks partes del archivo". "Esta colección extraordinaria, que suma más de varios cientos de millones de líneas de código, le da a su poseedor toda la capacidad de 'hacking' de la CIA", enfatizó.
La mayor filtración de Inteligencia de la historia
El portal de filtraciones WikiLeaks comenzó a difundir este martes una primera parte de archivos sobre la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), en el marco de lo que llama "la mayor publicación en la historia de los documentos confidenciales sobre la agencia".
La filtración del portal pone al descubierto la dimensión del programa global de piratería electrónica encubierta de la CIA, las 'armas' de sus arsenal de 'hackeo' y sus objetivos por todo el mundo. Entre los blancos de sus ataques figuran los iPhones de Apple, los dispositivos a base de Android, los sistemas operativos Windows, MacOs, Linux y Solaris, así como Smart TV y videoconsolas. Todos estos dispositivos fueron "convertidos en micrófonos" de la agencia de inteligencia.
José Luis Camacho, investigador en temas de espionaje y bloguero, opina que la CIA utiliza un sistema que encubre las huellas y coloca "las de alguien que no es el causante del efecto".