El Tribunal Constitucional de Corea del Sur ha aprobado la destitución de la presidenta Park Geun-hye, quien se vio envuelta en un sonado escándalo de corrupción que vio la luz a finales del año pasado, informa la agencia Yonhap.
Los 8 jueces de la mayor instancia judicial surcoreana han votado a favor de la decisión de destituir a la mandataria del país y confirma así la resolución que emitió el Parlamento de aquel país el pasado 9 de diciembre.
De esta forma, la presidenta es oficialmente apartada de sus funciones, además de perder inmunidad presidencial y otros beneficios que por ley se le otorgaba, como una pensión de por vida por un valor correspondiente al 70 % de su salario —unos 10.400 dólares mensuales—, la asignación de tres asesores y un chofer personal, así como asistencia médica gratuita en los hospitales públicos.
Según la agencia KCNA, la presidenta se presentará ante el Tribunal "como un ciudadano normal". "Park Geun-hye, a quien destituyeron un año antes de que terminara su mandato, tendrá que hacerse responsable de sus acciones en pie de igualdad con el resto de criminales", destaca el medio.
El escándalo que dio paso al 'impeachment'
Con esta destitución, Park Geun-hye pierde además su inmunidad judicial. Esto permitirá a la Fiscalía surcoreana indagar sobre sus vínculos con los involucrados en el mayor escándalo de corrupción de Corea del Sur en los últimos años. Anteriormente, la mandataria se negó a colaborar con las autoridades de justicia locales y las acusaba de mantener una postura parcializada que respondía a "órdenes políticas".
El escándalo político que involucró a la presidenta surcoreana compromete además a su amiga Choi Soon-Sil y al vicepresidente de Samsung Lee Jae-yong, ambos en prisión. Según la denuncia, Samsung habría transferido unos 36 millones de dólares a uno de los fondos controlados por Choi Soon-Sil a cambio de que el Gobierno hiciera la vista gorda a la transferencia de puestos de responsabilidad en la empresa por herencia.
Fuertes protestas
La decisión de destituir a Park Geun-hye movilizó a cientos de manifestantes tanto a favor como en contra de la presidenta surcoreana, quienes se enfrentaron a las calles de Seúl. Un reciente sondeo muestra que el 70 % de la población aprueba la destitución de la presidenta.
Como resultado de las violentas manifestaciones, se reporta que dos personas han fallecido. Una de las víctimas es un hombre de 72 años, quien fue encontrado con un golpe en la cabeza cerca del Tribunal Constitucional de Seúl y fue trasladado a un hospital cercano, donde fue declarado muerto.