Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon, ha decidido entrar en el sector del transporte aeroespacial privado, hasta ahora dominado por el SpaceX de Elon Musk. Los desarrollos aeroespaciales de Bezos buscan también socavar la dependencia de EE.UU. de los propulsores RD-180 elaborados por Rusia para los cohetes Atlas V estadounidenses.
De acuerdo con los medios, desde 2000 Jeff Bezos invirtió 500 millones de dólares de sus propios recursos en su empresa de transporte aeroespacial Blue Origin. Esta semana, la empresa anunció la firma de su primer contrato con un cliente: la operadora de satélites de comunicación francesa Eutelsat, una de las tres más grandes del mundo por ingresos.
Según el acuerdo, Blue Origin enviará al espacio al menos un satélite geoestacionario de Eutelsat entre 2021 y 2022. Lo hará a través del cohete de carga pesada New Glenn que está construyendo en la actualidad.
El nuevo cohete y propulsor reutilizables
Bezos publicó esta semana en su Twitter las imágenes de su primer propulsor BE-4 "totalmente ensamblado" y anunció que el segundo y el tercer propulsor están de camino.
Blue Origin espera que sus propulsores sean usados en los sucesores de los cohetes Atlas V, los Vulcan, cuyo lanzamiento inaugural está previsto para no antes del 2019.
Los BE-4 están diseñados para soportar 100 vuelos y operarán quemando gas natural licuado y oxígeno líquido.
1st BE-4 engine fully assembled. 2nd and 3rd following close behind. #GradatimFerociterpic.twitter.com/duE4Tnzvkx— Jeff Bezos (@JeffBezos) March 6, 2017
Los propulsores serán utilizados primero en los cohetes reutilizables New Glenn que está desarrollando Blue Origin. Un video publicado por la empresa revela cómo van a ser estos cohetes superpesados.
El video muestra el lanzamiento de uno de estos cohetes, la entrega de su carga en la órbita, así como su regreso a la Tierra. Después de su separación del portador de carga útil, el cohete 'aterriza' de manera vertical en la plataforma de un barco, como lo hacen los Falcon 9 de SpaceX. Tendrá aletas aerodinámicas que permitirán usarlos incluso en condiciones de viento muy fuerte y sin tener que confiar solo en sus propulsores para poder regresar, reveló la empresa.
Bezos reveló más detalles técnicos acerca de sus cohetes en la conferencia Satellite 2017 celebrada esta semana. Además de los cohetes de dos etapas, Blue Origin planea construir cohetes de tres etapas, informa el portal Space News.
Sus alturas serán de 82 metros (el cohete de dos etapas) y 95 (el cohete de tres etapas), lo que convertirá a este último en uno de los cohetes más grandes del mundo después del Saturno V que la NASA usó en su programa Apollo para enviar astronautas a la Luna y el transbordador SLS.
Maybe best #johnglenn tribute: Blue Origin's planned 313-foot, to-the-moon New Glenn rocket. https://t.co/0Z7zgE841kpic.twitter.com/SwVOnfcZ21— Corey S. Powell (@coreyspowell) December 8, 2016
Los New Glenn necesitarán ocho propulsores BE-4 cada uno (siete para su primera etapa y uno para la segunda) y serán capaces de transportar 13 toneladas métricas de carga hasta la órbita geoestacionaria (unos 35.000 kilómetros) y 45 toneladas métricas de carga a la órbita terrestre baja (hasta 2.000 kilómetros). El cohete de tres etapas necesitará un propulsor BE-3 adicional.
Bezos no reveló el costo planeado de sus cohetes, pero afirmó que su objetivo final es reducir al máximo los costes de lanzamiento gracias a la reutilización de los cohetes.
El 22 de enero del 2016, otro cohete reutilizable de Blue Origin, New Shepard, se convirtió en el tercer cohete en la historia en ser lanzado al espacio y haber aterrizado verticalmente sin sufrir daño alguno.