¿Cómo ha logrado Telegram conquistar Irán?
Telegram se ha convertido en el servicio de mensajería electrónica más empleado en Irán. Según varias estimaciones, lo utilizan entre 28 y 40 millones de personas: es decir,la mitad de la población del país, informa el portal Republic.
A la divulgación del servicio ha contribuido el bloqueo de su rival Viber, debido a su origen israelí, además del de Twitter, Facebook y YouTube. Telegram, que no emplea VPN ni servidor proxy, cifra los mensajes, lo que es esencial en condiciones de censura.
Además, es fácil de usar, incluso para los residentes del mundo rural que no tienen computadoras, sino únicamente móviles inteligentes, señala Ershad Alijani, un periodista del canal France 24.
De media, los iraníes pasan entre cinco y nueve horas al día 'en línea'.
Según el Ministerio de Cultura del país, el 60% de los usuarios de Telegram lo utilizan para fines de entretenimiento. Los más populares son los canales de bromas o música.
Los canales y los grupos son las dos funciones más usadas. Los canales se emplean como nuevos medios, pues se busca información y noticias no censuradas en ellos. Entre los 170.000 canales de los usuarios iraníes, unos 11.000 cuentan con audiencias superiores a las 5.000 personas. Los grupos desempeñan un papel comunicativo: son usados para encontrar a otros usuarios con intereses semejantes manteniendo la confidencialidad.
Uno de los atributos importantes de Telegram son los 'stickers', que tienen una dimensión especial en Irán. Pese a que está prohibido que hombre y mujer muestren contacto físico, los 'stickers' de parejas que se cogen de la mano o se abrazan son muy populares. Están vestidos según la tradición musulmana, pero dibujados al estilo Disney.
El contacto virtual también está cambiando la sociedad: hace tan solo diez años era inaceptable que las personas de sexos opuestos se comunicaran antes de casarse, salvo si eran miembros de una misma familia. Ahora basta un par de clics para hacerlo.
Libertad vs. control
La influencia de Telegram se puso de relieve la víspera de las elecciones parlamentarias de 2016. El expresidente Mohammad Jatamí, quien se encuentra bajo arresto domiciliario después de apoyar protestas y no puede hacer declaraciones públicas, colgó un video de cinco minutos de duración en Telegram antes de los comicios en el que instaba a los iraníes a que votaran por los reformistas. En 24 horas el video fue visto por más de 3 millones de personas.
El presidente actual, Hasán Rohaní, es partidario de suavizar la censura en Internet y prometió el año pasado no bloquear Telegram. Sin embargo, el clero demanda el endurecimiento del control sobre la Red, citando la amenaza de la divulgación del contenido antiislámico.
Con todo, muchos ultraconservadores tienen sus propios canales en Telegram, así como cuentas en Facebook y Twitter pese a que han sido bloqueados.
Controlar el contenido de los usuarios es uno de los objetivos que se ha propuesto el Ministerio de Cultura de Irán. El Gobierno llevaba varios meses demandando el traslado de los servidores de Telegram a Irán. Pero la compañía de Pável Dúrov lo rechazó.
Entonces el Gobierno obligó a los promotores de los canales con más de 5.000 seguidores a proporcionar los datos de contacto y direcciones. En enero los servicios de seguridad cibernética anunciaron que habían elaborado algoritmos especiales de identificación de los autores de canales. En febrero fueron detenidos varios administradores de grupos en Telegram.
Apariencia democrática
El acceso libre a Telegram en Irán se ha logrado mantener gracias a que el Gobierno no prestó mucha atención a esta aplicación durante bastante tiempo.
"Al principio parecía un gemelo de WhatsApp que no popularizaba. Cuando la escala del uso de Telegram empezó a ser obvia, ya era tarde", explicó Ershad Alijan.
El especialista en Irán Adlán Margóyev cree que de no bloquear el servicio, el Gobierno "siempre puede declarar que se observa el derecho de cada iraní a la libertad e inviolabilidad de la correspondencia".
Además, la prohibición de estos nuevos de comunicación amenaza con el aumento del descontento popular, lo que no sería una buena estrategia antes de las elecciones presidenciales del próximo mes de mayo.