"Las promesas de campaña de Donald Trump incluían 'bombardear a muerte al Estado Islámico', pero ¿quiere realmente derrotar a la organización terrorista?", se pregunta el periodista británico Martin Jay en RT. Según el experto, su objetivo es doble.
Así, Jay sostiene que la derrota sobre la ciudad iraquí de Mosul "es solo el comienzo de una campaña de propaganda que tiene como objetivo eliminar hechos importantes sobre quiénes son los auténticos terroristas en la región".
Debilitar a Irán
El periodista critica que los medios de comunicación pasan sistemáticamente por alto el hecho de que "Mosul es importante para Trump porque su gran proyecto en Oriente Medio es debilitar metódicamente a Irán" y destaca que el presidente estadounidense "ha encontrado en el primer ministro iraquí Haider al Abadi un socio que comparte ese mismo punto de vista".
"El líder iraquí se está tambaleando políticamente y necesita urgentemente asegurar a sus compatriotas sunitas que Irán -y los influyentes líderes chiíes iraquíes- ya no volverán a disfrutar del poder que tienen en el país desde 2008 debido a que Irak está a punto de volver a convertirse en un socio geopolítico de EE.UU.", explica.
Recuperar Irak
Jay indica que las recientes acciones por parte del mandatario estadounidense no son casuales, sino parte del "pequeño pero importante primer paso geopolítico que Trump debe tomar: recuperar Irak".
El periodista sostiene que "el plan maestro de Trump" es "socavar y destruir el poder de Irán en Siria, Irak, Yemen y Líbano", un plan que ha empezado por Irak ya que recuperar Mosul es "relativamente sencillo" y le daría además una gran atención mediática.
Sin embargo, apunta el analista, "lo que pocos periodistas se molestarán en comprobar, y mucho menos en informar, es que Mosul es un regalo de los iraníes, cuyas milicias llevaron a cabo los combates más duros contra los terroristas en Ramadi y Faluya antes de la batalla de Mosul".
Según Jay, este periodo de ventaja fue aprovechado por los soldados de EE.UU. para formar a las unidades antiterroristas iraquíes de élite que a día de hoy protagonizan la mayoría de los combates en Mosul.
"La victoria de Mosul fue elaborada por Obama y entregada a Trump en un plato de Irán y Hezbolá. De hecho, es una historia similar a la ocurrida en Siria: el Estado Islámico y Al Nusra camparían a sus anchas por Siria si no fuera por los iraníes y Hezbolá, que probablemente han matado a más terroristas que cualquiera de los otros bandos", concluye.