Dos fuertes explosiones registradas este sábado cerca de un cementerio de Damasco, la capital de Siria, han dejado decenas de víctimas mortales y más de cien heridos. Según el ministro del Interior del país, Mohammad al-Shaar, 40 personas resultaron muertas y 120 heridas en este atentado, informa la agencia SANA.
El número de muertos asciende a 44, la mayoría iraquíes, según declaró el Ministerio de Exteriores de Irak, informa AFP.
Las autoridades han calificado esta doble explosión ocurrida cerca del cementerio Bab al-Saghir de ataque terrorista. Decenas de heridos han sido trasladados a los hospitales donde reciben asistencia médica.
El objetivo de estas ataques podrían ser los peregrinos chiítas, aseguró un testigo de las explosiones a RIA Novosti. Según su relato, poco antes del atentado vio una columna de autobuses que se acercaba al cementerio Bab al-Saghir, considerado de suma importancia entre los musulmanes chiítas. Según el testigo en aquellos autobuses podían viajar peregrinos.
Asimismo, fuentes policiales en Damasco informaron que este sábado grupos terroristas lanzaron cohetes y granadas de mortero contra la zona de la ciudad vieja de la capital siria y los vecindarios de al-Shaghour, Ibn Asaker y Bab Touma, dejando varios heridos civiles y causando daños materiales.
Cómo sobrevive la gente en medio de estos zarpazos de terror y qué mueve a sus despiadados autores, es algo que sabe de primera mano el periodista estadounidense Teo Padnos. Este reportero, que permaneció dos años preso del Frente Al Nusra en Siria, ha hablado a RT de su experiencia.
El reportero asegura que no se puede negociar con los terroristas, que conoció en persona, porque "no van a entregarse les propongan lo que les propongan". "Van a luchar hasta que los maten", concluye.