El primer ministro holandés, Mark Rutte, exigió este domingo una disculpa al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien había calificado al Gobierno neerlandés de "fascista" y de "reminiscencia del nazismo", informa la cadena televisiva NOS.
Por su parte, Rutte calificó estas comparaciones de "inaceptables" al agregar que "si Turquía continúa en esta línea, Países Bajos estudiará una respuesta", aunque sin concretar cuál sería.
El jefe del Gobierno neerlandés se negó a disculparse por el hecho de que no se permitiera al canciller turco Mevlut Cavusoglu, y a la ministra de Familia y Política Social de Turquía, Fatma Betul Sayan Kaya, participar en una manifestación en apoyo a la reforma constitucional de Turquía, la cual amplía los poderes de Erdogan.
Para avalar la decisión de las autoridades, Rutte sentenció que Ankara no tiene derecho a tratar a los ciudadanos neerlandeses con raíces turcas como si fuesen los ciudadanos turcos.
Asimismo, el jefe de Gobierno neerlandés pidió rebajar la tensión de la situación, abordar la situación de modo responsable y no "echar más leña al fuego". Rutte recordó que los dos países tienen un historial de "400 años de buenas relaciones".
Las afirmaciones del primer ministro se producen mientras se prosigue la campaña de Erdogan de apoyo al referéndum sobre la reforma constitucional que hará del turco un sistema presidencialista dejando atrás la actual república parlamentaria.
De ser aprobada en referéndum el 16 de abril, la reforma entrará en vigor a partir de 2019 y ampliará los poderes del mandatario, que podrá nombrar vicepresidentes, ministros y altos funcionarios.
Peligroso ascenso de los partidos de extrema derecha
En relación a lo sucedido, el experto en relaciones internacionales Sergio Castaño Riaño señala a RT que la situación política actual en Europa se explica por el hecho de que "los partidos de extrema derecha están presionando a los actuales Gobiernos y el carácter islamófobo de todos ellos hace que los partidos que actualmente están gobernando en los diferentes países sean muy prudentes a la hora de autorizar cualquier tipo de manifestación de personas de mayoría musulmana de países como, en este caso, Turquía con un Gobierno islámico al frente".