La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha publicado un nuevo informe en el que señala que los tres años de drásticos recortes en la inversión en la industria energética debido a la crisis en los precios del petróleo podrían provocar una escasez en el suministro de petróleo dentro de pocos años.
Cuando los precios del petróleo se derrumbaron en 2014, los productores de petróleo no tardaron en recortar sus gastos. La inversión global en petróleo y gas se redujo en un cuarto en 2015 y el año pasado, según estimaciones de la AIE, provocando la paralización de un número considerable de proyectos, particularmente los de más envergadura.
Así, la fuerte desaceleración de las inversiones entre 2014 y 2016 podría dar lugar a que una muy limitada oferta de crudo llegue al mercado hacia finales de esta década.
Perspectivas para el petróleo de esquisto
La oferta empieza a regresar con el aumento de la producción del petróleo de esquisto estadounidense. El país norteamericano ha añadido al mercado más de 500.000 barriles al día desde el verano pasado, mientras que los demás productores siguen aumentando su actividad.
Pero incluso con esta recuperación incipiente en la producción, este año estará muy lejos de las cifras de inversión observadas antes del colapso petrolero de 2014.
Además de eso, la AIE alerta que ni siquiera la reactivación de la producción estadounidense a precios más bajos será suficiente para superar la escasez de suministro para el año 2020.
Una demanda en aumento
Una de las predicciones más reveladoras de la agencia es que la demanda de petróleo continúe aumentando sin interrupción, acabando por superar finalmente a la oferta. La AIE pronostica que la demanda mundial alcance los 104 millones de barriles por día en el año 2020.
La demanda mundial de petróleo creció en 2 millones de barriles por día en 2015 debido a los bajos precios, y en 1,6 millones de barriles en 2016. Se prevé que hasta el año 2022 la demanda aumente en un promedio de 1,2 millones de barriles anuales. En pocos años, la India se convertirá en la mayor fuente de crecimiento de demanda rebasando a China.
El papel de la OPEP
El mercado petrolero podría pedir un suministro mucho más alto que el que ofrece la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), lo que obligaría al grupo a utilizar su capacidad ociosa (la capacidad de subir o bajar el suministro a corto plazo) hasta reducirla a menos de dos millones de barriles diarios.
La AIE advierte que, a menos que nuevos proyectos de inversión reciban luz verde de las compañías de exploración, la capacidad de reserva de la OPEP caerá a niveles bajos y los precios del petróleo aumentarán drásticamente.
En el marco de la OPEP, la mayor parte de nuevos suministros podrían venir también de los principales productores de Oriente Medio de bajo costo, entre ellos Irak, Irán y los Emiratos Árabes Unidos, mientras que los de otros productores como Nigeria, Argelia y Venezuela declinarán. Por su parte, se prevé que la producción de Rusia se mantenga estable durante los próximos cinco años.
¿Y los precios?
Así, el mercado petrolero de hoy en día nos ofrece una demanda creciente y una escasez de nueva oferta. La superación de esta brecha dependerá en mayor parte de la producción del petróleo del esquisto.
Según la AIE, la extracción de este tipo de petróleo verá un crecimiento significativo, aumentando anualmente 1,4 millones de barriles por día hasta 2022, suponiendo que los precios del petróleo sean de 60 dólares por barril.
A menos que las inversiones a nivel mundial repunten fuertemente, un nuevo período de volatilidad de precios se cierne en el horizonte
"Estamos presenciando el inicio de una segunda ola de crecimiento de la oferta de EE.UU, y su tamaño dependerá de cómo estén los precios", dice Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE. "Pero no es el momento para la complacencia. No vemos el pico de la demanda de petróleo a corto plazo, y a menos que las inversiones a nivel mundial repunten fuertemente, un nuevo período de volatilidad de precios se cierne en el horizonte".
Además, una de las hipótesis que maneja la AIE es que todos los países no pertenecientes a la OPEP aporten 3,3 millones de barriles adicionales al día durante los próximos cinco años. El único problema es que se espera que la demanda aumente en 7,2 millones de barriles al día en ese mismo período de tiempo.
A la luz de estas cifras, la AIE ha emitido una advertencia. "Estamos haciendo hincapié en un mensaje importante: se necesita más inversión en la capacidad de producción de petróleo para evitar el riesgo de un fuerte aumento de los precios del crudo" a principios de la próxima década.