Este martes, el presidente de EE.UU., Donald Trump se ha reunido con el príncipe heredero sustituto de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, con el fin de estrechar las relaciones en diversos campos entre ambos países y unir esfuerzos para poner fin a los conflictos en Siria y Yemen.
Según informó Reuters, el encuentro tuvo lugar en la Casa Blanca y fue considerado "un punto de inflexión histórico", según señaló el asesor del príncipe. "La reunión de hoy reestableció el camino en la dirección correcta y dio paso a la formación de un gran cambio en las relaciones entre ambos países en el ámbito político, militar, económico y de seguridad", subrayó el funcionario.
Bin Salman, quien también ocupa el cargo de ministro de Defensa, encabeza los esfuerzos del reino para reactivar las finanzas del Estado. Para ello, busca la diversificación de la economía, sin tener que depender del petróleo, a través de la promoción de Arabia Saudita como fuente de inversión.
Durante la administración de Barack Obama, Arabia Saudita veía con preocupación las relaciones entre ambas naciones, al considerar que para Washington era más importante la negociación en materia nuclear con Irán en el 2015. No obstante, Trump ha demostrado una postura más agresiva con Teherán y su carrera armamentística.