A pesar de la oposición del poder judicial de varios estados del país, de una gran campaña en contra de los medios y del descontento entre muchos grupos de la población, Donald Trump seguirá adelante con su polémica política migratoria.
La razón principal de la inflexibilidad de Trump en este asunto no solo es porque fuera una parte importante de sus promesas electorales: el presidente estadounidense ve realmente una dura política migratoria como "una de las piedras angulares" de un país fuerte y grande, sostiene el politólogo y experto en EE.UU. Maksim Suchkov en un artículo para el portal Republic.
'America first'
El plan migratorio del presidente norteamericano, explicado en su página web, se basa en tres principios:
- Una nación sin fronteras no es una nación. Por eso hay que construir un muro a lo largo de la frontera meridional del país.
- Una nación sin leyes no es una nación. Por eso las leyes aprobadas deben ser aplicadas con rigor.
- Una nación que no sirve a sus propios ciudadanos no es una nación. Por eso cualquier plan de inmigración debe mejorar los empleos, los salarios y la seguridad de todos los estadounidenses.
En este sentido, el autor del artículo explica que el mensaje principal de Trump "apela a las fobias profundas y a los estereotipos arraigados en los ciudadanos", a la vez que es expresado en términos comprensibles para el estadounidense de a pie al que se dirige.
Es por eso que en sus iniciativas migratorias se hace hincapié, por ejemplo, en cómo los inmigrantes ilegales "golpean el bolsillo" de los trabajadores estadounidenses.
Inmigración como "un factor de desestabilización social y económica"
En opinión del politólogo, Trump ve en la afluencia incontrolada de inmigrantes laborales "un factor de desestabilización social y económica de EE.UU.", que conduce a una disminución del salario mínimo de los trabajadores estadounidenses, a unas tasas de desempleo altas y a una complicación para alcanzar unos ingresos de nivel medio tanto para los estadounidenses como para los propios migrantes.
Los inmigrantes para Trump son una fuente potencial de pobreza y de los problemas sociales y de inseguridad que la acompañan.
Para combatir estos problemas, el republicano propone una serie de medidas que, según Suchkov, "deberían funcionar" a largo plazo pero requieren un importante trabajo preliminar.
- En primer lugar, insiste en la introducción para todas las empresas en EE.UU. de una norma para priorizar la contratación de ciudadanos estadounidenses.
- Por otra parte, Trump sostiene que la presencia de ilegales en el país provoca una salida masiva de capitales. De ahí la idea de obligar a México a pagar por la construcción del muro fronterizo: el presidente quiere que el país vecino "se haga responsable por vaciar los bolsillos de los estadounidenses", señala Suchkov.
- Otra medida para combatir la inmigración ilegal sería aumentar el número de empleados del Servicio de Inmigración y Aduanas.
Amenazas a la seguridad... ¿o también al bolsillo?
En la política de migración de Trump, las razones económicas están entrelazadas con los temas de seguridad. Un ejemplo de esto es el veto migratorio, que no está directamente relacionado con el bienestar económico de los estadounidenses, sino que es abiertamente vinculado por Trump con el "terrorismo islámico".
Sin embargo, en última instancia el plan prevé utilizar el dinero ahorrado en los programas de refugiados para ayudar a mejorar las condiciones de los niños estadounidenses sin padres y aumentar la seguridad en los vecindarios con alta criminalidad de EE.UU.
En otras palabras, apunta el analista, Trump vuelve a relacionar los problemas del mundo exterior con el bienestar de los ciudadanos, dando prioridad a esto último.
El experto estima que las políticas de migración de Trump "están todavía crudas en muchos aspectos", por lo que el efecto de su implementación "seguirá manifestándose en las formas más imprevisibles". Sin embargo, "la confianza de Trump en la eficacia de estas medidas" le obligarán a seguir aplicando todas estas iniciativas, y lo hará tan pronto como le sea posible, concluye Suchkov.