El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker ha propuesto un trato a su homólogo en el Parlamento Europeo, Antonio Tajani: la Comisión responderá mejor a las preguntas escritas de los diputados del Parlamento Europeo a cambio de que los europarlamentarios envíen menos y mejores preguntas.
Según revela una carta enviada por Juncker a Tajani, y a la que ha tenido acceso 'Politico.eu', el presidente de la Comisión está harto de recibir preguntas irrelevantes de los eurodiputados entre las alrededor de 10.000 cuestiones que recibe la institución al año, unas 40 por día laboral.
La misiva está fechada el 13 de marzo, el pasado lunes, y en ella Juncker expone que las preguntas escritas son un "importante instrumento de escrutinio democrático" y que la Comisión está haciendo "todos los esfuerzos para responder a tiempo" y proporcionar "respuestas de alta calidad y políticamente pertinentes".
Sin embargo, a continuación, el responsable del Ejecutivo comunitario agrega que "el éxito de estos esfuerzos depende también de la calidad de las preguntas". Y es que, según el citado medio, que ha titulado el artículo "¡Basta ya de preguntas estúpidas", entre las cuestiones que recibe la comisión hay algunas como "¿Hidrata el agua?" o "¿Cómo podemos evitar que las tortugas y los gatos sean atropellados por los coches?".
El pasado año, una revisión general del Reglamento del Parlamento Europeo limitó el número de preguntas a un máximo de 20 por eurodiputado cada tres meses. Así, el número de cuestiones dirigidas a la Comisión Europea ha caído de las 13.400 preguntas en 2013 a las cerca de 10.000 registradas durante el último año.
Los eurodiputados presentan sus preguntas al presidente del Parlamento sobre una variedad de temas que van desde la políticas migratorias de la UE hasta el aumento del precio de los fertilizantes en Europa. Las preguntas parlamentarias pueden presentarse oralmente durante las sesiones plenarias o por escrito, con una solicitud de respuesta que también debe formularse por escrito.