Mediante una base de datos con poco más de 3.000 registros con notas de prensa local y nacional de casos de fosas clandestinas recopilados entre 2007 y 2014, la Universidad Iberoamericana (UIA) y la independiente Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos buscarán lanzar un informe para predecir en qué zonas del país es posible encontrar fosas clandestinas.
"El ejercicio aquí descrito consideró los municipios registrados en nuestra base de datos en los años 2013 y 2014, los cuales tuvieran un caso o más de fosas, así como en los que se cree muy difícil encontrar una", reza el comunicado de la Universidad Iberoamericana, uno de los más prestigiosos centros de estudios privados del país.
"Agregamos variables geográficas y sociodemográficas que ha sistematizado y un modelo estadístico diseñado por Human Rights Data and Analysis Group para predecir en qué municipios es posible encontrar fosas clandestinas", agrega la institución.
De acuerdo con un blog del sitio Animal Político, 28 de los 2.547 municipios de México concentran las desapariciones y 3 de cada 10 desapariciones ocurren en los estados de Tamaulipas o Guerrero. La incidencia de estos datos podría usarse para "desenterrar tragedias".
La intención de esta base de datos es sumar información, compararla con cifras oficiales, así como de otras organizaciones y universidades.
"La aplicación más urgente es mapear las fosas clandestinas de 2016, y usar el modelo para aquel año. Si es tan exacto como el empleado en 2013 y 2014, podemos usar sus predicciones para el 2017 con el fin de guiar la búsqueda de más fosas", puede leerse en el sitio de Human Rights Data and Analysis Group.
De acuerdo con la Fiscalía mexicana, del 2006 al 2015 fueron halladas 201 fosas con 662 cuerpos en 16 estados del país. Los casos más tristemente emblemáticos de hallazgos de fosas son el de San Fernando, Tamaulipas (2011), La Barca, Jalisco (2013), Tetelcingo, Morelos (2016) y Colinas de Santa Fe, Veracruz (2015, 2016).