Meses después de que las fuerzas dirigidas por los kurdos expulsaran al Estado Islámico de Manbij, la ciudad siria parece regresar gradualmente a la forma de vida que disfrutaba antes de la ocupación de los yihadistas, quienes impusieron su interpretación radical del islam sobre la población local después de invadir la ciudad en el 2014, escribe la periodista de RT en inglés Lizzie Phelan. "Mientras que muchos de los edificios todavía se encuentran en ruinas, el bullicioso zumbido de la ciudad es evidente", sostiene.
Phelan constata que ahora las calles de la urbe, que se encuentra a unos 135 kilómetros al noroeste de Raqa -bastión del Estado Islámico en Siria-, están repletas de locales y coches y que la gente va de compras por las tiendas reabiertas que venden todo: desde bocadillos a vaqueros.
Las mujeres de Manbij han ido un paso más, relata la periodista, y establecieron su propio consejo para adquirir control sobre su futuro. Phelan fue testigo de la apertura del consejo el 25 de marzo, evento al que asistieron decenas de mujeres locales que llevaban pañuelos de colores.
Bajo la tiranía del Estado Islámico, las mujeres de Manbij tenían prohibido salir de sus hogares y tuvieron que adherirse a un código de vestimenta obligatorio y cubrirse con de pies a cabeza con los burkas.
Después de la liberación de la ciudad, las imágenes de mujeres quemando y arrancándose estas prendas se volvieron virales, convirtiéndose en un símbolo de resistencia al fanático régimen terrorista.
El contraste entre lo que los residentes de la ciudad tuvieron que soportar bajo el Estado Islámico y lo que ellos experimentan ahora es sorprendente. La joven Nour se sinceró con Phelan: "No había vida para nosotros, vivíamos comiendo y bebiendo. Todo estaba prohibido".
"Pero ahora mismo, las cosas han cambiado y Manbij se ha desarrollado. Gracias a Dios todas las instituciones, escuelas, todo ha reabierto y es mejor que antes. Honestamente, no esperábamos este desarrollo", ha agregado.
Zacharia, propietario de una tienda de pantalones vaqueros, ha señalado a Phelan que los negocios locales prosperan por la situación actual reinante en la ciudad. "Manbij ahora mismo está gobernado muy bien, no hay saqueos. Las niñas y los niños salen (...) no hay presión sobre ellos. No necesitamos más ni menos, lo que tenemos ahora es perfecto para nosotros", ha afirmado.
Nueva confrontación a la vista
La proximidad de las tropas turcas, que ven a las milicias kurdas como terroristas, se ha convertido en una gran preocupación para los lugareños, quienes ahora temen que una nueva confrontación, esta vez entre las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) y las tropas turcas, pueda significar otra guerra dentro de la ciudad, señala Phelan.
Turquía afirma que el creciente potencial de las milicias kurdas puede permitirles seguir la lucha por el llamado 'Kurdistán Mayor', que incluye los territorios turcos orientales, así como partes de Siria e Irak. Los kurdos sirios, sin embargo, niegan que tengan esos planes.
"Sobre el terreno, solo hay cooperación militar para combatir el terrorismo y liberar áreas controladas por radicales... La idea de extender nuestro proyecto [al Kurdistán Mayor] no es cierta, porque nuestro proyecto se basa en una visión compartida y democrática, todas las partes de la comunidad participan", ha declarado Kemal Berkel, vicepresidente ejecutivo del cantón de Kobane. "Esto hace a muchas partes infelices, porque no quieren ver un fin a la crisis siria, quieren que continúe", ha remarcado Berkel.
Los turcos han afirmado que los kurdos están oprimiendo a la población árabe de la ciudad, pero los residentes locales que hablaron con Phelan no parecen tener ninguna necesidad de "ser liberados" por las tropas turcas.
Turquía ha estado apoyando al Ejército Libre Sirio (ELS) en el terreno desde la incursión de su Ejército en suelo sirio en agosto del 2016 en el marco de su operación militar Escudo del Éufrates. Mientras que el objetivo de la intervención fue declarado por las autoridades turcas como apuntar a posiciones del EI a lo largo de la frontera siria-turca, las milicias kurdas han estado argumentando que ellas son el objetivo real de la ofensiva turca.
Washington despliega tropas en Siria
A medida que el conflicto amenazaba con convertirse en una guerra en territorio sirio entre las fuerzas turcas y el SDF respaldado por EE.UU., el Pentágono usó la tensa situación como pretexto para enviar a principios de marzo a cientos de infantes de marina alrededor de la ciudad de Manbij, controlada por los kurdos.
En ese momento, Sharfan Darwish, portavoz del Consejo Militar de Manbij, justificó el despliegue de las fuerzas norteamericanas "por el aumento de las amenazas turcas de ocupar la ciudad", citando incidentes de intercambios esporádicos de fuego que ya habían ocurrido fuera de Manbij entre fuerzas kurdas y turcas.
Mientras tanto, el envío de las fuerzas estadounidenses fue condenado por las autoridades sirias. El presidente sirio Bashar al Assadcalificó a principios de marzo a las tropas no invitadas como "invasores", y argumentó que la presencia del Ejército estadounidense solo desestabilizó la situación.
Estados Unidos "no tuvo éxito en ningún lugar al que han enviado tropas, solo crean un desastre; son muy buenos en crear problemas y destruir, pero son muy malos en encontrar soluciones", mantuvo Assad.
- Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) dominadas por los kurdos liberaron Manbij en agosto del 2016.