Con 20 votos a favor, el Consejo Permanente de la OEA decidió discutir la situación de Venezuela, sin el consentimiento de su gobierno.
El viceministro venezolano, Samuel Moncada, protestó "enérgicamente" la decisión por considerarla violatoria de los estatutos de la Carta Intermericana, que prohíbe a los Estados abordar asuntos que violen la soberanía de los países miembros.
"Nosotros protestamos enérgicamente la naturaleza de esta reunión porque entendemos que decidieron discutir la intervención en los asuntos internos de Venezuela, sin nuestro consentimiento", agregó el embajador, después de un reñido debate en el que las delegaciones de Nicaragua y Bolivia respaldaron a Caracas en sus alegatos.
"Linchamiento político"
"Nicaragua reclama cese de la represión contra ese país. No puede ser tomado en cuenta y no tiene validez, reclama la suspensión inmediata de esta reunión", consideró el representante diplomático de ese país, quien calificó la acción del organismo como un "linchamiento político" a Venezuela.
Sin embargo, EE.UU. y México encabezaron la ofensiva contra Venezuela y justificaron la acción al invocar el artículo 9 de la Carta, que contempla la suspensión de la participación de un país "cuyo gobierno democráticamente constituido sea derrocado por la fuerza".
El argumento fue rechazado con vehemencia con Moncada: "¿de qué estamos hablando? El señor (de la consultoría jurídica de la OEA) está tomando como referencia para esta reunión un artículo que habla de un gobierno democráticamente electo que ha sido derrocado. ¿En estas circunstancias estamos hablando? ¿Se dan cuenta que no existe base legal y estos subterfugios se están poniendo cada vez más difíciles de sostener?"
No obstante, la votación ocurrió, bajo la protesta de Venezuela. El resultado fueron 20 a favor de discutir el orden del día, 11 en contra y dos abstenciones. La sesión se lleva a cabo en la sede de la organización, en Washington.
"Se ha consumado la intervención"
Una vez que inició la sesión, el gobierno venezolano escuchó sin interrupciones los alegatos esgrimidos por 16 países en su contra. No obstante, al final de la reunión, esas mismas naciones se negaron a escuchar la postura del Moncada por considerarla "indecorosa" y el presidente del consejo limitó a pocos minutos la defensa de Caracas.
"Se ha consumado un acto de intervención en los asuntos venezolanos sin que ninguno de nosotros les hayamos dado la autorización para eso", recalcó Moncada, tras rechazar "enérgicamente" la arremetida diplomática de los 14 países y la "violación del derecho internacional".
Minutos más tarde, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dirigió fuertes palabras a la cancillería mexicana a la que calificó como "la punta de lanza" del intervencionismo latinoamericano. El mandatario informó que se había comunicado personalmente con su par Enrique Peña Nieto: "ahora le exijo, públicamente, que abandone esa política de agresión".
"A Venezuela no la interviene nadie. A Venezuela la gobernamos los venezolanos y los asuntos venezolanos los atendemos nosotros", agregó.